Yolanda y Juanjo, desde su restaurante Cocinandos, pueden presumir de haber creado otra manera de ver los manteles y la cocina en la capital del viejo Reino de León. Como bien nos confían, salir a disfrutar de León tiene mucho de ritual y siempre hay que empezar por un buen sitio para tapear. Sus opciones son muy claras.
– Camarote Madrid: la mejor barra de León, con un jamón digno de mención y unas raciones exquisitas. Aquí encontramos un producto tradicional con raciones generosas. – La Ribera: el mejor local de tapas de toda la vida, recuerdo haber ido allí con mi abuela cuando era pequeño. Se puede destacar todo: Los mejillones, los champiñones (riquísimos) y las croquetas caseras. Si se hace tarde, los niños pueden comer albóndigas caseras, patatas con alioli… Y además barato, muy barato. – La Trastienda del Trece: además de un bar moderno, muy bien decorado, en plena calle ancha, dispone de un restaurante con toques de cocina fusión, muy agradable. Ojo a su mejor tapa: la paloma.
Las compras gastronómicas son importantes y no hay nada como las tiendas de toda la vida. Así, nos recomiendan parar en tres lugares destacados:
– Pastelería Fuensanta y Confitería Asturias: son los más dulces de León, grandes pasteleros donde poder comprar hojaldres y bombones artesanos. – Entrepeñas: aquí podemos hacernos con el mejor embutido en León. – El Serranillo: un establecimiento de toda la vida. La calidad y la aceptación del género que vende hacen que, sin ser algunos autóctonos de la zona, sus productos se conviertan en leoneses simplemente por ser vendidos aquí. El pimentón y las aceitunas de pescado son de cata obligada, como también lo son los frutos secos.
¿Que apetece sentarse a comer con calma? Yolanda y Juanjo nos dan las dos mejores opciones a las que podemos optar: el Restaurante Pablo y Alfonso Valderas. Mencionar de este último sus numerosos platos de bacalao en distintas preparaciones.
Finalmente, si queremos darnos una vuelta por la provincia, debemos tener en cuenta cuatro direcciones de obligada visita: – Los Poinos, en Valdebimbre: una cueva típica leonesa, donde comer tortilla guisada, platos leones y carnes. – El Capricho, en Jimenez de Jamúz: la carne de los bueyes de José Gordón es conocida en todo el mundo, así como su cecina Premium. – La rinconada, en Coladilla: nos encanta este restaurante de la montaña leonesa, que hace gala de su buena cocina, hecha con mucho cariño. Todo riquísimo. A reseñar, el cocido de chivo.- Serrano, en Astorga: toda una saga familiar, al lado de la catedral, haciendo una cocina maragata y moderna con la generación más joven. No pude uno perderse sus setas en temporada.