Lorena Canals y Oli&Carol, referentes internacionales en diseño sostenible y producción artesanal, han inaugurado su primera flagship store conjunta en Barcelona. El nuevo espacio, situado en la avenida Diagonal, reúne los universos creativos de ambas marcas en un entorno donde el arte, la sostenibilidad y la experiencia sensorial se combinan para ofrecer un concepto innovador de retail.
El proyecto, concebido como una iniciativa familiar, une el trabajo de toda una trayectoria compartida: Lorena Canals, fundadora de la marca homónima; sus hijas Olimpia y Carolina Román, creadoras de Oli&Carol; y José Manuel, responsable financiero de ambas empresas. Juntos, dan forma a una filosofía común basada en la creación de productos duraderos, funcionales y respetuosos con las personas y el planeta. “Esta tienda no se ha construido en unos meses, ha sido un trabajo de 27 años de Lorena Canals y 10 de Oli&Carol. Es el resultado de un sueño familiar hecho realidad”, explican sus fundadoras.
La flagship invita a recorrer dos mundos complementarios. El área de Lorena Canals destaca por su arte textil hecho a mano, con piezas únicas que reinterpretan iconos barceloneses como la Sagrada Familia, y elementos decorativos confeccionados artesanalmente, desde muebles tejidos hasta lámparas personalizadas. Entre las instalaciones más llamativas figura una seta gigante de 2,70 metros elaborada con cuerda artesanal, así como un telar interactivo donde los visitantes pueden tejer una pieza comunitaria.
Por su parte, el espacio de Oli&Carol transforma la experiencia de compra en un recorrido lúdico. Inspirado en un supermercado sostenible, cuenta con paredes fabricadas a partir del caucho reciclado de sus propios juguetes, un huerto interior y una zona artística donde se exponen colaboraciones con creadores contemporáneos. Cada rincón está diseñado para experimentar, tocar y jugar, reforzando el vínculo entre sostenibilidad y creatividad.
Más que una tienda, el nuevo establecimiento se concibe como un punto de encuentro donde las familias pueden disfrutar de talleres, actividades y experiencias que fomentan la conciencia ambiental y el juego creativo. La apertura consolida la unión entre generaciones y reafirma el compromiso de las marcas con un diseño responsable, emocional y duradero.
