Las City Guide (guías de ciudad) de Louis Vuitton llevan 20 años siendo las mejores compañeras de viaje de los más apegados a la marca. Cubren 30 destinos de todo el mundo, proponiendo nuevas perspectivas con ayuda de escritores independientes e invitados variados. Revela ideas únicas, desde grandes hoteles de lujo hasta bistrós de barrio, tiendas de antigüedades, restaurantes de primer nivel o boutiques de moda, además de lugares emblemáticos, secretos, eventos culturales y recomendaciones específicas.
A Madrid, Roma, Nueva York, Marrakech o París ahora se suma Barcelona. Con motivo de la 37ª Louis Vuitton America’s Cup, la firma ha decidido rendir homenaje a la capital catalana. Flanqueada por el mar y la montaña y entre los ríos Besòs y Llobregat, la Ciudad Condal se muestra como un conjunto de 73 barrios con aspecto de pueblo que le confieren un espíritu muy especial. Es una de las urbes más queridas del país, bulliciosa, generosa y creativa a partes iguales.
Dos colaboradores muy especiales
Desde que albergó los Juegos Olímpicos de 1992 no ha dejado de reinventarse, aunque durante los últimos años ha sufrido un pequeño parón a causa de la crisis política y las restricciones, pero Vuitton sabe que ha recuperado su esplendor con creces. El colaborador invitado para esta primera edición es Sergio Caballero, cofundador del festival de música electrónica Sónar, considerada la faceta más visionaria de la urbe.
Capital culinaria, repleta de mercados, bodegas, restaurantes y bares de tapas que dominan la escena diurna y nocturna, es innegable que Barcelona es una ciudad de contrastes, que encarna una gran tolerancia y que se ha convertido en un símbolo influyente de diversos ámbitos. Más allá de la gastronomía destaca también su arquitectura principalmente modernista y la escena artística contemporánea que allí se ha fraguado durante años. Lugar de peregrinación para los aficionados al fútbol y los apasionados de la historia.
Así como lo es para los amantes de objetos preciados y sutiles, un gran escenario para los que se sienten atraídos por la música electrónica y flamenca, pero también para los aficionados del arte callejero y la literatura. «Su cultura es fortuna», tal y como afirman desde Louis Vuitton, «pero Barcelona no es ostentosa con sus riquezas». Al proyecto se ha unido el fotógrafo Pascal Aimar, miembro del colectivo Tendance Floue, que revela con sus imágenes el aspecto más profundo de Barcelona.