En unas fechas que tradicionalmente marcan el primer presagio del otoño que enseguida se instala en la isla, Mallorca ha sido escenario de la primera edición de la Mallorca Classic Week de Port Adriano, convertido ya puerto en referencia de la exclusividad. En la marina de Philippe Starck, coches cla´sicos y yates confluyeron en un espectáculo insólito que permitía admirar ejemplares de colección situados en muelles que acogían embarcaciones extraordinarias. En colaboración con los principales clubes de coches cla´sicos de la isla –destacaron modelos como el BMW 507 (1956), presente en la celebración ‘100 años de BMW’–, la Mallorca Classic Week encontró en Port Adriano el enclave perfecto para esta deslumbrante muestra. Además, y entre una amplia gama de sugerencias, los asistentes pudieron disfrutar de recorridos paisaji´sticas especiales guiados por “Road Books”, con numerosas recomendaciones y sugerencias.
Una suculenta barbacoa, un homenaje a Elvis Presley o bailes de swing y country, fueron solo algunas de las actividades que animaron una cita que dejó para el final uno de sus platos fuertes: el concurso internacional de elegancia, donde el Mercedes 170 Cabriolet (1950) se llevó el galardón al coche más bello y mejor conservado. Y es que los coches más antiguos de 1991 (requisito principal en esta primera edición), demostraron que lo clásico y bien cuidado es siempre un valor añadido en el panorama del motor, algo que se pudo observar en el concurso ‘Mallorca Sightseeing Drive’, donde los participantes salieron de Port Adriano para hacer un tour por el suroeste de la isla de Mallorca. El MGA de 1959 de Jan Coenen, ganador del concurso, brilló en un acto de clausura que dejó otra conclusión positiva: habrá una segunda edición de la Mallorca Classic Week de Port Adriano en 2017.