El champagne más emblematico de la Maison fue creado en 1869 y personifica el estilo único de Moët & Chandon, que se distingue por una fruta viva, un paladar seductor y una madurez elegante. De color amarillo pajizo dorado con destellos verdes. En nariz bouquet chispeante, vibrante intensidad de la manzana verde y los cítricos, frescura de los matices minerales y las flores blancas y elegancia de las notas rubias (brioche, cereal, nueces frescas). Paladar generoso que combina la suntuosidad y sutileza de la fruta blanca (pera, melocotón, manzana), caricia seductora de sus finas burbujas, suave vivacidad de los cítricos y matices de grosella espinosa.