Pago del Cielo, la bodega de Ribera del Duero propiedad de la familia Torres, ha lanzado su vino icono, un elegante tinto fino (tempranillo) de producción limitada, que refleja la singularidad de dos viñedos propios destacados por sus suelos, edad y ubicación. Bautizado con el nombre de la bodega, Pago del Cielo 2019 captura la esencia de estas viñas viejas cuya combinación aporta complejidad, frescura y finura al vino.
«En la última década, hemos enfocado nuestros esfuerzos en entender la tierra, identificando las mejores zonas, viñedos y parcelas, y estudiando sus suelos», comenta Juan Ramón García, enólogo de la bodega desde hace 20 años. «Pago del Cielo es el resultado de este conocimiento acumulado y representa la máxima expresión de nuestras dos viñas más preciadas, El Obispo y Las Tenadas, ubicadas en las mejores zonas de Ribera del Duero y con suelos diferentes que se complementan muy bien», añade García.
Pago del Cielo 2019 es la fiel expresión de estos dos viñedos emblemáticos, El Obispo, situado en Piñel, zona de Pesquera, se caracteriza por sus suelos calizos, que aportan elegancia, mineralidad y un gran potencial de envejecimiento a los vinos. Por otro lado, Las Tenadas, una pequeña parcela en La Horra, cuenta con suelos profundos de arcilla y arena, que proporcionan a los vinos más estructura, intensidad aromática y una buena acidez. Además, algunas vides de albillo blanco, intercaladas entre las cepas viejas de tinto fino, se cosechan y fermentan juntas.
Ambos viñedos, situados a 840 metros de altitud, tienen edades de 32 y 70 años respectivamente, y son cultivados con técnicas regenerativas que incluyen la siembra de hierba y la reducción de labores, en línea con la lucha contra el cambio climático.
Pago del Cielo 2019 se elabora con sumo cuidado en la bodega de Fompedraza, localidad de la comarca del Campo de Peñafiel en Castilla Leon. Para realzar la expresión del terroir, parte del vino se vinifica y cría durante 14 meses en tinajas de 1.600 litros construidas con tierra de cada viñedo. El resto envejece en barricas de roble francés de 300 litros durante 15 meses. La añada 2019 fue especialmente buena, gracias a unas condiciones climáticas favorables, con menos lluvias que el año anterior y temperaturas más altas, favoreció una excelente calidad en la cosecha.
Este proyecto vitivinícola de la Familia Torres se desarrolla en dos zonas privilegiadas: Ribera del Duero y Rueda. Bajo la dirección del enólogo Juan Ramón García desde 2004, Pago del Cielo fusiona tradición, calidad y pasión por la viticultura. Comenzó con la adquisición de una pequeña bodega en Fompedraza (Campo de Peñafiel, Valladolid), actualmente cuenta con 45 hectáreas de viñedo en esa localidad, además de una segunda bodega propiedad de La Familia Torres en Villafranca del Duero (Rueda) con 20 hectáreas más de viñedo. Entre las siete referencias que elabora Pago del Cielo destacan el tinto fino (DO Ribera del Duero), Celeste Verdejo (DO Rueda) y Celeste Rosé (DO Cigales).