Entre otras muchas cosas recordamos el año 2021 por la impactante borrasca Filomena, un fenómeno que no acontecía en nuestro país desde hace décadas. Esta extraña condición climatológica marcó la añada de Raza 2021, el nuevo y magnífico vino de Bodegas Carmelo Rodero.
Aquella añada no solo se caracterizó por Filomena, sino también por un verano que fue cálido y seco, típico de Pedrosa del Duero, en Burgos, donde se encuentran los viñedos de la compañía. Esta condición favoreció la maduración de las uvas. Sin embargo, las precipitaciones fueron escasas, y la falta de humedad en los suelos influyó en el proceso de maduración, obligando a usar las reservas de Filomena. Todo ello dio como resultado una magnífica añada que ahora presenta con orgullo la marca.
En nariz, despliega un impresionante abanico de aromas donde la fruta madura y fresca se expresa con una intensidad sublime. Las profundas notas de frutas negras, como moras y ciruelas, se entrelazan con delicados matices especiados, aportando una complejidad sutil. en boca, su entrada es sedosa, evoluciona con una densidad envolvente, perfectamente equilibrada. Un vino perfecto para maridar con carnes a la parrilla, chuletones y asados.
Bodegas Carmelo Rodero puede presumir de preservar un legado familiar caracterizado por la innovación y el esfuerzo. A día de hoy son las hijas del fundador, Beatriz y María Rodero, directoras técnica y comercial, quienes han continuado con esta visión. La historia de esta bodega comienza con un joven Carmelo de 13 años que decidió entregar su vida al cultivo y el cuidado de la tierra. Su pasión por el terruño lo llevó a adquirir viñedos, majuelo tras majuelo, construyendo poco a poco un patrimonio de valor incalculable.
En 1989, Carmelo y Elena, su mujer, tomaron la decisiva y audaz decisión de crear su propio vino. Así nació Bodegas Carmelo Rodero, un proyecto que desde entonces ha sido sinónimo de vinos que no sólo se disfrutan, sino que cuentan una historia de pasión, tierra y tradición.