– ¿Cómo llega un escocés a Aragón?-Por casualidad. En 2003 un grupo britanico me ofreció un trabajo gestionando proyectos de enología en España y Francia. Después de ver el mapa decidí que Calatayud era el sitio más céntrico para establecerme. Hice una reserva en un hotel –en “La Dolores” por supuesto- y desde entonces me engancharon el clima y el viñedo. Al año siguiente decidí sacar mis propios vinos aquí.
– La traducción: ¿Es muy operística o tan sólo un error?– Un poco de todo. Volante me sonó mejor que volador y la verdad es soy más un ‘driving winemaker’ que ‘flying winemaker’. Como me toca asesorar muchos sitios en España estoy mucho rato conduciendo de un lado para otro.
– ¿Se imagina un Whisky que se llamara El Puño?– ¡Quizás para hacer cubatas! Realmente mi vino, El puño, está envuelto en un guante de terciopelo. Es decir que la garnacha de altitud en Calatayud es salvaje y firme pero tiene su elegancia también.
– La Multa: estoy seguro que tiene que ver con la Guardia Civil.Claro. Sigo perdiendo fondos a mi paso por los caminos de España. Es un homenaje a esos señores de verde y una manera de recuperar fondos de forma cachonda. Un gran vino para tomar en bares y restaurantes, donde la gente pueda recibir esta indolora multa con tranquilidad y disfrutar de la garnacha.
– ¿En España se bebe como se habla inglés?– La verdad es que el consumo de vino ha bajado de una manera muy fuerte en todos los países productores del sur de Europa. Me imagino que más gente habla inglés hoy día que bebe vino. Como en la educación, necesitamos un ambiente más alegre en el sector de vino para atraer más a la gente joven.
– ¿Quién diseña sus etiquetas?– En primer lugar tengo mis ideas muy claras y desarrolladas. Luego se las paso a un par de personas que normalmente clavan el concepto rápidamente: Boldrini y Ficcardi en Mendoza (Argentina) y Claudio Bado de Somosene en Barcelona.
– ¿Y los nombres?– Los nombres son invento mío. Pero siempre busco algo llamativo. Creo que el mundo de vino ya tiene demasiados condes, castillos y marqueses.
– Si le pidiera que relacionase un tipo de uva con un personaje… ¿Con quién podría encajar la garnacha?– ¿La garnacha? Con Javier Bardem. Es una variedad fuerte, poderosa con cuerpo y mucho carácter.
– ¿y el mazuelo?– Mazuelo… Esa es más complicado, porque es más acida, madura más tarde y hace falta normalmente en pocas dosis; una uva de largo recorrido. Le pega Elvis Costello o Bob Dylan. Dos verdaderos genios.
– ¿Los escoceses tienen fama de tacaños y los aragoneses de tercos… tiene algo de eso?– Lo de ser tacaños es un mito. Pregunta a cualquier catalán o soriano. Eso si, creo que tanto los aragoneses como los escoces tiene carácter cabezón. Mis niños saldrán cuadrados: sangre escocesa y criados en Aragón…
– ¿Con quién le gustaría colaborar?Me gustaría trabajar en otras zonas de Europa y del hemisferio sur cuando mis hijos sean mayores. A ver si los niños tienen ganas de seguirme y aprender a hacer vino en otros sitios. En España me gustaría colaborar con gente en zonas emergentes o desconocidas y/o con uvas autóctonas como la tintilla de Rota en Cadíz. Hay que defender mucho más el patrimonio vinícola en general.
– Se imagina vivir en otro país que no sea España.En Escocía, por supuesto… Si no fuera por el clima.
– ¿Y como va la cosecha?Cada cosecha es distinta en sus condiciones y es un reto filosófico. El factor común cada año es la adrenalina. No se puede mejorar la combinación de trabajo fisíco y mental a la vez.
De La Dolores hablaremos otro día…