El resultado de combinar las mejores materias primas, la paciencia y una receta ancestral milanesa es un producto único cuyo origen se remonta a la Roma del siglo XV. El panettone, un bizcocho de forma abovedada y versátil por los variados ingredientes que puede llevar e su interior, desde pasas de uva hasta chispas de chocolate, se convierte cada Navidad en el postre por excelencia en las mesas de los paladares gourmet. Desde 2003, PANCRACIO trae la creación artesanal al siglo XXI apoyándose en tres pilares: el savoir faire de los maestros chocolateros, la búsqueda del mejor cacao y la implicación de la artesanía en todos sus procesos, desde la elaboración hasta la presentación.
Una de las claves que hacen de esta elaboración un arte es el tiempo. Cocinado con masa madre, se fermenta de forma natural en unas condiciones especiales de humedad y temperatura durante 24 horas para conseguir la mayor esponjosidad. El sabor y la textura del brioche contrastan con las pepitas y la cobertura de chocolate, sustituto de las tradicionales pasas de la receta tradicional. Otro de sus secretos es la presencia del chocolate Único bean to bar con un 68% de cacao, una mezcla de las mejores habas de las variedades Criollo y Trinitario. Sus notas son ácidas, con recuerdos a frutos rojos y toques ligeros tostados y de madera.
Este postre de la casa valenciana solo puede disfrutarse durante la temporada naviden?a. Este año se suma a su oferta de chocolates y bombones esa edición limitada de 9.000 unidades, disponible desde de web de la marca. La caja de fondo blanco, con su logo en negro y el lazo de algodo?n son ya un símbolo de la Navidad en establecimientos especializados de todo el mundo, como Neiman Marcus, Bergdorf Goodman, Selfridges o Harrods. Sarah Andelman, fundadora de Colette –una de las concept store ma?s famosa del mundo– la presenta a sus clientes como “un chocolate para devorar y un envoltorio para conservar”.
