Cuando el calor aprieta, el verano se convierte en la estación perfecta para sumergirse en nuevos destinos. Desde el corazón de la Sierra de Tramuntana hasta los pinares del Algarve, pasando por las costas volcánicas de Tenerife y la campiña más bucólica de la Toscana, hay hoteles que hacen del agua su mejor carta de presentación. Con vistas infinitas, entornos naturales privilegiados o un diseño que enamora, sus piscinas no son solo un lugar donde refrescarse, sino auténticos escenarios de desconexión y placer.
Castell Son Claret, Mallorca
Piscina panorámica y cócteles al atardecer en la Sierra de Tramuntana. Ubicado en pleno corazón de la Sierra de Tramuntana —declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO—, el hotel Castell Son Claret apuesta por el disfrute del entorno natural y el bienestar al aire libre. Su espectacular piscina exterior, enmarcada por los campos y montañas mallorquines, es una lámina de agua cristalina que actúa como un mirador sereno sobre la naturaleza balear. La incorporación de una nueva terraza panorámica refuerza su concepto de outdoor living, invitando a prolongar las jornadas de sol entre refrescantes baños, almuerzos al aire libre y cócteles al atardecer.
A ello se suma la experiencia gastronómica firmada por el chef Jordi Cantó, que desde el restaurante Sa Clastra –galardonado con una estrella MICHELIN— presenta el menú “Viento y Memoria”, un recorrido sensorial por los nueve vientos de Mallorca, incluido el embat, esa brisa marina que refresca los veranos isleños.
H10 Atlantic Sunset Horizons Collection, Tenerife
Infinity pool y las mejores puestas de sol del sur de la isla. Situado en Playa Paraíso, al sur de Tenerife, el H10 Atlantic Sunset Horizons Collection se alza sobre una lengua de tierra rodeada por el mar, integrándose con elegancia en el entorno volcánico. Su arquitectura blanca, de formas suaves y guiños marinos, convierte cada rincón en un homenaje visual al Atlántico.
De sus cinco piscinas exteriores, la joya indiscutible es la infinity pool climatizada, orientada al oeste para capturar los atardeceres más espectaculares de la isla. En ese preciso instante en que el sol se funde con el horizonte, mar y piscina parecen confundirse en una sola línea líquida.
Con seis restaurantes —cinco de ellos a la carta, con cocinas internacionales—, cinco bares, un spa y múltiples terrazas con vistas al mar, el resort ofrece todo lo necesario para relajarse y disfrutar sin salir del complejo. Cada momento junto al agua, es un parentesis de calma frente al infinito del océano.
Octant Praia Verde, Algarve
Chapuzones entre pinares y sabor mediterráneo. En el sur de Portugal, cerca de Castro Marim, se encuentra Octant Praia Verde, un refugio rodeado de naturaleza donde reina el ritmo pausado. La piscina exterior, protegida por altos pinares, ofrece un remanso de sombra, silencio y frescor natural. Es un lugar pensado para desconectar y reconectar, donde el entorno y la arquitectura dialogan en armonía.
Aquí no hay relojes ni horarios: todo gira en torno a los ritmos naturales, desde el desayuno hasta los chapuzones nocturnos. En este oasis de hospitalidad relajada, la piscina no es solo un lugar para nadar, sino un espacio pensado para el descanso y el disfrute. El bar de la piscina y la propuesta gastronómica del hotel se inspiran en la cocina mediterránea más rústica: platos sencillos elaborados a fuego vivo, acompañados de cócteles frescos y sabrosos.
Follonico, Toscana
Romanticismo rural con piscina en plena campiña. Entre los paisajes ondulados de Montepulciano y Montefollonico, en el corazón más genuino de la Toscana, se esconde Follonico: una antigua casa rural convertida en un pequeño refugio con solo seis habitaciones. Su piscina exterior, rodeada de lavandas y praderas, es el alma silenciosa del lugar, donde el tiempo parece detenerse entre aromas de hierbas silvestres, cielos infinitos y luz dorada al caer la tarde. Cada habitación ha sido restaurada con una sensibilidad rústico-chic que mezcla lo antiguo y lo contemporáneo: techos con vigas de madera, suelos de piedra, muebles recuperados… Aquí, la piscina es más que un lugar para bañarse: es un espejo de agua donde se refleja la esencia más pura de la Toscana.
