La Costa Brava, y en concreto la zona de Empordá, siempre ha atraído visitantes por sus embelesadoras playas. Sin embargo, no hay que olvidar que esta región única en la que el mar Mediterráneo se une con las montañas de los Pirineos dispone de otros increíbles paisajes así como de un rico patrimonio histórico y cultural. Y no solo eso, puede presumir también de poseer una amplia cultura del vino que le ha llevado a conseguir su propia Denominación de Origen, la cual está al nivel de prestigio y de calidad de las de otras procedencias.
Este hecho ha provocado que se haya desarrollado notablemente el enoturismo, tanto es así que incluso se ha creado la Ruta del Vino DO Empordà, mediante de la cual se trata de promocionar una actividad sostenible y de desarrollo rural que cada vez atrae un mayor número de visitantes con distintos eventos. Uno de ellos es el Festival Vívid!, un popular programa que se celebra en el mes de abril que permite conocer de primera mano la viticultura en esta extensión; pero hay mucha más oferta. Además de las clásicas catas, maridajes y cursos, hay alternativas de ocio muy diferentes que también se pueden aprovechar para descubrir más sobre esta denominación de origen. Estos cinco planes que te proponemos a continuación son otros ejemplos de lo que pueden vivir los amantes del vino en la Costa Brava y el Pirineo de Girona durante todo el año.
Winefulness
En un pequeño y hermoso viñedo de l’Empordà, La Vinyeta, proponen una hermosa experiencia para despertar tus sentidos y tu sensibilidad a través de la naturaleza. En esta vivencia se realizan dinámicas, basadas en los conocimientos de la neurociencia planteadas para potenciar los sentidos de manera divertida. Una cata de vino consciente en la que se utilizan técnicas de mindfulness, sonidos de cuencos tibetanos y la misma naturaleza que está pensada para hacer tanto en pareja como con amigos.
Cata sensorial
Una manera de experimentar diferentes emociones a flor de piel es con una cata sensorial como la que realizan en la bodega Mas Llunes. En la sala de barricas se podrán descubrir los aromas y matices de los diferentes vinos de un modo único gracias a un espectáculo de luces, música y proyecciones audiovisuales.
Enogastronomía botánica
Otra forma de estimular los sentidos en Empordà es mediante un paseo sensorial con Iolanda Bustos, chef experta en maridajes botánicos. Dado que en los viñedos viven multitud de vida botánica que crece entre las cepas, esta experiencia consistirá en caminar entre las vides para descubrir y degustar flores llenas de aromas y sabores que a la vez se expresan a través de los vinos.
Se puede optar por concluir el paseo con la degustación de vinos con 4 tapas silvestres, o completarlo con un picnic en el mismo viñedo, o un menú degustación botánico en la bodega.
Picnic entre viñedos
Bodegas como La Vinyeta plantean una comida a modo de picnic con un par de copas de vino, un buen surtido de embutidos y quesos, ensalada y postre. Se incluye además en este caso una visita y una cata de vinos comentada.
Hugas de Batlle, Mas Geli, el grupo Oliveda, Mas Oller y Terra Remota también organizan en sus viñedos este tipo de almuerzos y algunas incluso cenas.
Visita de la bodega Perelada
Por último, te proponemos un plan clásico pero que no por ello hay que dejar de experimentar y es una visita a la bodega Perelada. Esta obra arquitectónica diseñada por RCR Arquitectes, ganadores del premio Pritzker 2017, se ha convertido en la joya de la corona del enoturismo en la Costa Brava debido a su imponente diseño y al haber sido ha sido la primera en Europa en obtener el certificado LEED® BD+C, que acredita la sostenibilidad y la alta eficiencia de su construcción.