Coges el móvil, abres alguna red social y enseguida comienzas a ver fotografías y vídeos de gente sonriendo, felices, disfrutando de la vida y comienzas a sentir un poco de frustración. O cuando te pregunta cómo estas y sientes esa necesidad imperiosa de responder con un “bien, ¿y tú?”. La presión por mantenerse contentos con el ritmo de vida que llevamos no cesa, esto tiene un nombre y, también, son más las personas que le ponen solución para lograr alcanzar una mayor felicidad o, por lo menos, sentirse mejor consigo mismo.
El “agotamiento por el bienestar” es un término que refleja un ciclo continuo y contraproducente en el que la búsqueda incesante del bienestar nos hace sentir cada vez peor. Es decir, cuando la presión por estar bien se vuelve insostenible. Algo que en la firma de ropa deportiva lululemon tienen muy presente, por lo que llevan cuatro elaborando un informe llamado Global Wellbeing Report 2024, en colaboración con Edelman Data & Intelligence, en el que tratan de ofrecer una visión del estado del bienestar en todo el mundo. Este año, se ha incluido a España y los resultados son, cuanto menos, sorprendentes.
“Al compartir estos datos, esperamos estimular las conversaciones y animar a la gente a reflexionar sobre cómo apoyar y mejorar su estado de bienestar. Los datos nos muestran, por ejemplo, que entrenar con otras personas y tener un sentimiento de comunidad puede influir positivamente en cómo se siente una persona, por lo que esperamos reunir a nuestros usuarios y comunidades de todo el mundo para hacer precisamente esto”, comenta Calvin McDonald, CEO de lululemon. Y es que, precisamente, la actividad física juega un papel fundamental en el bienestar físico y emocional.
La clave, según nos cuentan desde la firma, está en encontrar el equilibro entre tres elementos que forman la base para estar bien y sentirse lo mejor posible: el físico, sentirse capaz de dar al cuerpo lo que necesita para tener salud y calidad de vida. El mental, sentirse emocionalmente preparado para afronta lo que depare el futuro. Y, por último, el social, sentirse vinculado a los demás, formar parte de algo más grande que uno mismo.
Según los datos recogidos por este estudio, el 45% de la población admite que está agotada de bienestar. Algo que no es bueno, pues cuanta más presión sentimos por estar bien, menos bien nos sentimos. Como si de un círculo vicioso se tratase. Y, llegado a este punto, ¿cuál es la solución?
La clave para aumentar nuestro estado de bienestar sin que esto nos suponga un problema es centrarnos en nosotros mismos, en aquello que nos va bien a nosotros. Seguir estas tres medidas te ayudará (y mucho) a alcanzar la felicidad.
- Silencia el ruido para oírte a ti mismo. Es decir, medita o simplemente dedica unos minutos a estar en silencio, a prestar atención en cómo está tu cuerpo. Desconéctate del móvil y aprende a poner límites entre tu vida laboral y la profesional.
- Haz lo que te haga sentir bien. El ‘slow life’ está a la orden del día, así que tomate tu tiempo para hacerte un rico café, para leer la prensa o cualquier cosa que te llene. Haz ejercicio, pero a tu manera, camina o monta en bici.
- Invita a otros y comparte tu vida. La conexión humana es imprescindible, acude al gimnasio en compañía o apúntate. Una clase grupal, los resultados se notan y no solo fisicamente, sino que compartir y socializar te hará sentir mucho mejor mentalmente.
