36.000 euros es el precio que ha alcanzado por el que desde ahora está considerado el queso más caro del mundo. Se trata de un Cabrales, el tradicional queso natural asturiano que se elabora de manera artesanal con leche cruda y debe pasar tiempo en cuevas en unas condiciones de humedad que favorecen el desarrollo de mohos del tipo penicillium, para así conseguir que aparezcan sus características vetas y manchas de color azul verdoso.
Ha sido en la 52ª edición del tradicional certamen de Cabrales donde se ha pagado por primera vez esta cifra por una pieza de 2,5 kilos con diez meses de maduración realizado con leche de vaca en la quesería Ángel Díaz Herrero, de Tielve. «Es un reconocimiento importante porque lleva mucho trabajo, lo llevamos en mochilas a una cueva que está a 1.500 metros de altura», ha explicado en declaraciones a La Nueva España sobre este queso que se lleva a la cueva de Los Mazos, en Peña Maín, la quesera Encarnación Bada, quien ya había conseguido ganar el concurso en 2012 y en 2013.
Seleccionado por el jurado como el mejor de los quince productores que participaron en el concurso y que fue objeto de la posterior puja que cada verano se celebra en Arenas de Cabrales. Partía con un precio de salida de 3.000 euros y eran nueve establecimientos de Asturias y Madrid lo que optaban a llevárselo. El afortunado ha sido finalmente Iván Suárez del restaurante Llagar de Colloto.
Para este local de Oviedo ya parece ser tradición la de hacerse con el queso más caro del mundo. Fue en 2018 cuando lideró por primera vez esta subasta tras pagar 14.300 euros y al año siguiente aumentó la cifra a 20.500 euros. La pandemia obligó a dos años de parón en esta puja, pero volvió a pagar la cantidad más alta en el 2022 y en el 2023, 17.000 euros y 30.000 euros respectivamente, lo que mantiene un año más en la lista del Guinness World Records.
«¡No es mío! Es de cada uno de los clientes que con su fidelidad me permiten estar aquí», ha dicho Iván Suárez tras tener en sus manos el tan preciado queso en el evento en el que el segundo premio fue a parar para el Valfríu y el tercero el de Maín. Y los premios al mejor lote fueron a parar a la quesería Valfríu, que se alzó con el primer puesto por tercer año consecutivo; la de Ángel Díaz Herrero, que logró el segundo, y Maín, que se alzó con el tercero.
El Cabrales, el queso asturiano más reonocido
El Cabrales es el queso más internacional de entre las más de 300 referencias queseras que hay en Asturias, una de las regiones con mayor variedad de toda Europa. Se encuentra amparado por la Denominación de Origen Protegida (DOP) desde 1981, a la cual hay acogidos veintiún productores que lo comercializan con un precio medio de trece euros el kilo.
La leche empleada para la elaboración de este queso se obtiene exclusivamente de los rebaños de vacas, ovejas y cabras de ganaderías establecidas en la zona de producción y controladas por el Consejo Regulador. Una vez elaborado el queso, pasa a cuevas naturales en la montaña donde la humedad relativa es del 90% y la temperatura oscila entre 8ºy 12º C para su maduración entre dos y cuatro meses. Tras este proceso presenta una corteza blanda, delgada, untuosa de color gris con zonas amarillo-rojizas y, cuando el queso está listo para su consumo, se envuelve en papel de aluminio de color verde.
La cuarta parte de los casi 290.000 kilos de Cabrales que se vendieron en el 2023 fueron a parar a fuera de España. En concreto, 54.258 kilos se vendieron en países de la Unión Europea, y más de 18.000 kilos se distribuyeron por el resto del mundo, según datos de Gimena Llamedo, vicepresidenta del Principado de Asturias, la celebración del certamen.