Fernando es así: en su código genético va su profesión. Este extremeño tenía que ser cocinero porque su madre, que sigue ayudando en la cocina con sus 82 años, tiene una manera de entender la cocina que va más allá de los caprichos o las modas. Su masa de croquetas de calamar es un capricho difícil de copiar y el salmorejo de tomate es la excusa para acercarnos a La Sopa Boba en cualquier época del año.
Antes de comenzar la ruta, disfrutamos de los platos que prepara Fernando Limón en La Sopa Boba.
En otoño el lugar tiene una atmósfera especial: parece como si los árboles se engalanaran para la excursión perfecta por la zona. Un lugar decorado con tanta personalidad necesita platos que no se dejen intimidar. La fuerza de ese hormigón pulido parece pedirnos ideas que puedan aguantar la escenografía. Sus Lomos de sardinas ahumadas con salvia piden protección a un delicado Guacamole y podrían competir con ese Bacalao negro con praliné de curry amarillo.
Sin embargo nada, absolutamente nada, puede rivalizar con su Salmón salvaje marinado con juzu (cítrico japonés que es una mezcla de mandarina y limón) elaborado en una cafetera: no es una excentricidad, es una forma de dar sabores distintos a esa materia prima. ¡Ojo a los postres! Una maceta se puede convertir en un sofisticado bocado de chocolate, con regadera y todo. ¿Más atrevido? Pues un helado de regaliz o una sopa de cereza que podemos intentar preparar en casa cuando es temporada.
De ruta por la Sierra
Fernando también es un buen guía para un fin de semana gourmet por la zona. No es raro verle por la casi olvidada carretera que une el puerto de los Leones con Peguerinos disfrutando de las muchas hierbas aromáticas que aparecen de modo natural y que trasplanta en su pequeño huerto. Además, la zona guarda numerosos sitios para llenar la despensa o disfrutar de buena comida y a precios bastante razonables: los recorremos en coche con él.
El restaurante Miravalle o el ‘lounge’ Porvenir en Guadarrama, la Taberna Yamaoka en San Lorenzo de El Escorial…
La vieja carretera N-VI atraviesa el pueblo de Guadarrama con delicada lentitud. El pueblo merece de por sí una visita, ya que guarda un ambiente encantador. Además, ofrece algunas direcciones muy interesantes. El restaurante Miravalle ofrece una excelente cocina en un entorno muy tradicional. La opción rápida es un bar de Guadarrama llamado Porvenir, con sus excelentes hamburguesas, elaboradas con carne de las vacas que se crían en la zona. También tenemos la parte exótica, que recae sobre la Taberna Yamaoka. Este nombre sirve para dar nombre a un sencillo restaurante japonés en San Lorenzo de El Escorial donde Kiyoshi Yamaoka, un artista del país del sol naciente, elabora una excelente cocina a precios muy razonables.
Y la zona siempre nos guarda sorpresas. Excelentes verduras y los yogures de la zona en la Finca Ecológica Rio Pradillo, en Cercedilla. Es un lugar de producción ecológica, donde se encuentran excelentes derivados lácteos y unas verduras muy cotizadas entre todos los cocineros de la zona. En lo referente al pan, el obrador de Madre Hizo Pan es uno de los mejores reclamos que tiene la sierra de Guadarrama en su vertiente madrileña. Así, con el estómago lleno y el maletero lleno de provisiones, deshacemos nuestros pasos por la N-VI regresando a Madrid con la sensación de haber descubierto nuevos lugares únicos.
Ver Ruta gourmet con Fernando Limón por la Sierra de Guadarrama en un mapa más grande
FICHA
Categoría: Restaurante.
Nombre: La Sopa Boba.
Dirección: Plaza de Guadarrama, 9.
Ubicación: Alpedrete, Madrid.
Teléfono: 918 50 63 70.
Web: www.restaurantelasopaboba.com