Menos mal que cada vez son más las webs que apuestan por echarnos una mano para que no tengamos que renunciar a pasar buenos ratos con amigos y nos ofrecen interesantes descuentos para todo tipo de actividades de ocio. La mayoría comparten un esquema basado en cupones con ofertas disponibles por tiempo limitado, que debemos comprar en el acto y disfrutar en los próximos meses. Sin embargo, tres jóvenes emprendedores han decidido ir más allá y crear un sistema de descuentos mucho más sencillo a través de la tarjeta Ricopass.
Nada de llamar al restaurante para pedir cita y consultar disponibilidad, ni andar pendientes de imprimir el cupón y no olvidarlo en casa. Con esta tarjeta gourmet se puede obtener descuentos siempre del 30%, 40% y 50% sobre la carta con tan sólo enseñarla al llegar al restaurante. Sin consumos mínimos, con el take away incluido y sin límite de usos, tan fácil y tan bueno que buscarás la letra pequeña en busca de un “pero”. Pero no lo hay.
Actualmente cuenta con 80 restaurantes asociados entre Madrid y Barcelona, y se espera que poco a poco se adhieran más por todo el país. En la web ricopass.com podemos consultarlos perfectamente organizados por tipo de cocina, precio, ambiente o barrio para facilitarnos la búsqueda. Además, se pueden ver los platos recomendados, el calendario de ofertas, sugerencias y las opiniones de otros usuarios que ya han probado el servicio.
Podemos escoger entre tres tipos de tarjetas según su duración: ricopass 24 horas (1,99e), perfecto para invitar al churri y marcarnos un tanto romántico; ricopass mensual (9,95e) para sacarle todo el jugo a los meses de verano y ricopass anual (29,95e), para quienes tienen una vida social digna de salir en el papel couché. Se adquieren fácilmente en su web y tienen formato digital para llevarlas en el smartphone, o físicamente en la cartera en el caso de escoger la opción anual. Las tres alternativas garantizan el descuento para el titular y un acompañante.
Una nueva propuesta para que comer fuera esté un poquito más al alcance de todos y que nos deja sin excusa para no salir a cenar cuando queremos quedarnos acurrucadas en el sofá. Es lo que tiene invitar al churri, que enseguida se acostumbra…