No es fácil reinventar a un clásico, especialmente cuando su leyenda se ha construido no solo a base de años, sino de historia, de iconos, incluso de sentimientos; como es el caso de la Triumph Bonneville, un auténtico símbolo de la marca británica. Pero ha ocurrido. Tras años en los que las nuevas ediciones se limitaron a incluir poco más que retoques estéticos, Triumph ha lanzado una nueva generación de bonnies que, recogiendo la esencia de las clásicas, refuerza su estilo vintage e introduce importantes mejoras técnicas.
El reto ha dado como fruto cinco nuevos modelos Bonneville: las T120 y T120 black, homenajes a las mítica Bonneville de 1959; la Street Twin, la más contemporánea y urbana; la Thruxton, una auténtica Cafe Racer, y la Thruxton R (en la foto), la versión más racing. Todas ellas permiten una completa personalización con multitud de accesorios e incluso diversos kits de acabado.
Con la característica presencia de las Triumph originales de competición, un estilo imponente y una fácil maniobrabilidad, la nueva Thruxton R incorpora un motor bicilíndrico en paralelo de 1.200 cc. Entre sus innovaciones técnicas, una auténtica revolución en esta generación, destacan los tres modos de conducción, Road, Rain y Sport, vinculados a su sistema de aceleración eléctrico; control de tracción; y suspensiones con horquilla Ohlins y amortiguador Showa. Ergonomía deportiva, semimanillares y rueda delantera de 17 pulgadas completan esta nueva, pero ya clásica, Bonneville, que puede alcanzar un escalón más con su kit Factory Race para uso en competición.
