Studio 54 abrió sus puertas en 1977 y fue obra del arquitecto Scott Bromley y el interiorsta Ron Doud. Entre ambos renovaron un antiguo teatro en Nueva York para dar vida a una de las discotecas más célebres de la historia. Su fachada exterior era sencilla y discreta, pero una vez dentro, el visitante se sumergía en un mundo de glamour y fantasía. En esta reforma se inspira la reciente renovación de El Portal, la taberna alicantina que ofrece una carta elaborada a partir de la influencia neoyorquina, que incluye desde platos italoamericanos hasta su famoso street food.
La nueva ambientación también recuerda a la estética setentera del famoso club gracias a elementos como la pista de baile, que une suelos y techos a través de un mosaico de cubos multicolor con más de 480 paneles brillantes de diferentes dimensiones, en colores como el fucsia, dorado, verde o cobre. Complementando a la instalación de techo, se han repartido alrededor del local más de 30 bolas de discoteca y las paredes se han llenado de secuencias de lentejuelas que dibujan distintos motivos geométricos. “Para darle un contrapunto más sobrio en la tapicería se ha usado el terciopelo negro. Se ha excluido la zona de coctelería, usando un tono bermellón, para realzar la zona más festiva de El Portal como ocurría con Studio 54”, explica Raquel Giménez, responsable de diseño de El Portal.
En la carta se unen influencias mediterráneas y estadounidenses. Su artífice es el chef Sergio Sierra, que parte de la tendencia gastronómica que imperaba en los restaurantes de la época. «Sus máximos exponentes eran restaurantes italianos como Elaine’s o, en la nouvelle cuisine, la del restaurante The Quilted Giraffe. Todo ello rodeado de mucho hedonismo, euforia y excesos. Tampoco hemos querido olvidarnos de la cocina callejera de NY pero esta vez, como no podía ser de otra manera, elaborada con productos muy muy premium”, explica Serra. Entre sus platos se encuentran la Ostra Rockfeller, cubierta con mantequilla, hierbas y cocinada a la brasa; perrito caliente de carne de cerdo y papada ibérica; o pizza extra crujiente, straciatella, salmón ahumado y caviar. Además de una variada carta de vinos, el establecimiento también presenta una propuesta de coctelería inspirada en clásicos como el Manhattan y el Cosmopolitan.
En el repertorio de música tienen lugar grandes nombres de la historia, como Donna Summer, Bee Gees, Gloria Gaynor… Otros géneros como el funk también hará su aportación con artistas como James Brown, Rick James o Kool & The Gang, entre otros.