En una tierra donde la gastronomía es patrimonio y lenguaje, Cataluña celebró su reciente designación como Región Mundial de la Gastronomía 2025 con Vedellatast Barcelona, una velada que reflejó la esencia de su identidad culinaria. En el corazón modernista del Passeig de Gràcia, el emblemático El Palauet acogió una cena única que reunió a más de 200 invitados— ganaderos, chefs y autoridades— en un homenaje a la excelencia del vacuno catalán, acompañado de vinos, aceites y quesos de proximidad.
Bajo la luz de los vitrales y techos modernistas, el ambiente combinaba sofisticación y hospitalidad. Entre los asistentes destacaron los joyeros barceloneses Esteban Rabat y su hijo Jordi Rabat; Luis Sans — presidente y propietario de la emblemática boutique Santa Eulalia—; y Santiago Martín — director de comunicación del Majestic Hotel & Spa Barcelona— , además de rostros conocidos como Manel Fuentes, Xavier Sardà o Rebeca Pous del Toro, entre otros. Todos ellos se sumaron a una velada que puso en valor el sabor, la tierra y el talento que dan forma a la gastronomía catalana.
El acto, impulsado por el sector del vacuno de carne y representado por PROVACUNO —la Organización Interprofesional de la Carne de Vacuno de España—, Asoprovac-Catalunya y la Associació de Ramaders de Boví de Carn d’Alcarràs (ARB), puso en valor un producto que es herencia cultural, motor económico y símbolo de sostenibilidad. Para Javier López, director de PROVACUNO, Vedellatast Barcelona nació con el propósito de reivindicar el placer de consumir carne de vacuno y destacar sus propiedades nutricionales dentro de la Dieta Mediterránea. Recordó además que este producto, vinculado históricamente a la experiencia sensorial y al disfrute compartido, forma parte esencial del patrimonio gastronómico y cultural catalán.
El chef Paco Pérez, cinco estrellas Michelin, diseñó un menú exclusivo que combinó respeto por el origen, reconociendo el trabajo de los ganaderos y de las razas autóctonas que sustentan la tradición del vacuno catalán. Cada bocado narraba la riqueza del territorio y fusionaba tradición e innovación culinaria, mientras vinos y cavas de Vallformosa, aceites de la DOP Siurana, pan de la IGP Pà de Pagès Català y quesos Urgèlia DOP de Cooperativa Cadí tejían una sinfonía de sabores que reflejó la diversidad gastronómica catalana.
Más allá del lujo y las copas, la velada transmitió un mensaje esencial: la excelencia gastronómica empieza en el territorio. Según Òscar Ordeig i Molist, conseller de Agricultura, Ramaderia, Pesca i Alimentació, se está construyendo “una gran alianza en defensa del sector agroalimentario catalán” que une productores, agricultores y cocineros. Ricard Godia, presidente de Asoprovac, recordó que la carne de vacuno no solo destaca por su sabor y valor nutricional, sino que también es estratégica para mantener un medio rural vivo. Y, en palabras de Blanca Raidó, dietista-nutricionista de la Fundación Dieta Mediterránea, la carne de vacuno fresca y magra puede formar parte de una alimentación equilibrada, aportando nutrientes esenciales y beneficios para la salud.
Vedellatast Barcelona fue, en definitiva, una celebración del territorio y de quienes lo hacen posible. Cataluña, reconocida como Región Mundial de la Gastronomía 2025, honra su presente culinario y proyecta un porvenir con la misma convicción con la que se cultiva un buen producto, con tiempo, pasión y raíces. Con este evento, las principales asociaciones del sector del vacuno de carne —que representan al 90 % del sector y trabajan en la defensa de sus intereses y en la promoción internacional del producto— reivindicaron el papel de la carne de vacuno tanto en nuestra dieta como en la sostenibilidad del medio rural.
