Vitra inaugura un original espacio en la ciudad que inspiró su origen. Ubicado en el número 46 de Bowery, en pleno Chinatown de Manhattan, el nuevo showroom de la firma suiza se presenta como una puerta abierta al diálogo con la comunidad creativa de Nueva York. Todo ello dentro del marco de Inaugurado coincidiendo con el festival de diseño NYCxDESIGN, uno de los eventos más relevantes del sector en el mundo entero.
La elección de Nueva York no es casual. Fue en esta ciudad donde Willi Fehlbaum, fundador de Vitra, vio por primera vez una silla diseñada por Charles y Ray Eames en 1953, momento que marcaría el inicio de la historia de la compañía. Hoy, más de 70 años después, el showroom busca ser un centro para las actividades de Vitra y Artek en EE. UU., albergando ideas, eventos y colaboraciones en torno al diseño de espacios públicos, oficinas y hogares.
La actual CEO de la marca Nora Fehlbaum explica que “La historia de Vitra está estrechamente ligada a Nueva York. Mi abuelo descubrió aquí una silla Eames, lo que lo inspiró a dedicarse a la fabricación de muebles. Me complace enormemente que iniciemos una nueva era con este traslado a Chinatown”.
El nuevo local ocupa un loft de 582 m² en la tercera planta del edificio que antiguamente albergó el icónico restaurante Jing Fong. Desde sus amplios ventanales, se aprecian las monumentales formas del arco de estilo Beaux-Arts que marca la entrada al Puente de Manhattan, convirtiéndolo en un punto turístico de excepción. Es el resultado de una profunda renovación del espacio liderada por Till Weber, Director Creativo de Interiores y Escenografía de Vitra, junto con el arquitecto ejecutivo Serge Drouin, nieto de Jean Prouvé, en un guiño a las raíces de la firma.
El diseño respeta la estructura original del edificio, que consiste en una construcción de acero y vidrio de los años 60. Podría definirse como una gran sala abierta, sin columnas, de atmósfera diáfana y techos con estructuras vistas que dibujan un patrón geométrico. Una barra de terrazo de dos alturas recibe a los visitantes como punto de encuentro, mientras que rieles suspendidos del techo permiten reorganizar el espacio según las necesidades de cada evento.
La paleta cromática está inspirada en los tonos cálidos y terrosos de la zona, e incluye terciopelos rojo ladrillo, cueros burdeos, azules denim y detalles en nogal y blanco lana. Destaca también un mural funcional con Uten.Silo de Dorothy Becker y un fondo de azulejos históricos de Artek (rescatados de la emblemática Sala Kaufmann de Alvar Aalto) que aporta una narrativa material y cultural al lugar.
El showroom está organizado en torno a cuatro ejes: espacios públicos, colaboración, oficinas flexibles y zonas de concentración. Entre sus protagonistas, figuran piezas emblemáticas como el sofá Anagram de Panter&Tourron, Soft Work de Barber & Osgerby, Joyn 2 con la silla Mynt de Erwan Bouroullec, y una selección de clásicos de Jean Prouvé y Artek.
El nuevo espacio de Bowery 46 se concibe como un centro para la comunidad creativa local e internacional. Un lugar donde explorar combinaciones de colores y materiales, asistir a charlas, participar en colaboraciones y, sobre todo, descubrir nuevas formas de habitar el diseño.