Según explica Yolanda Jiménez, nutricionista de Weight Watchers, “para que un método de adelgazamiento sea saludable debe tener un respaldo científico basado en el consejo de expertos en medicina y nutrición. Además debe entender la pérdida de peso como un proceso integral que contemple no solo aquellos aspectos relacionados con la alimentación, sino con la actividad física y el bienestar del personal”.
Esta especialista ha elaborado un decálogo a seguir para decir adiós a esos kilos de más sin el temido efecto rebote.
1. No restringas alimentos: la restricción o prohibición de la comida es un elemento desmotivador y supone uno de los principales factores de abandono de una dieta. Es aconsejable tener una alimentación variada y equilibrada. No tener alimentos prohibidos, y centrarse en lo que ingerimos y el gasto energético que realizamos.
2. Perder entre 500 gramos y un kilo por semana: para que la pérdida de peso sea paulatina y, por lo tanto, saludable no debe superar el kilo semanal, sino se producirá el efecto rebote.
3. Mantenerse dentro de un IMC saludable: el Índice de Masa Corporal es un indicador que nos permite conocer si tenemos un peso saludable, o si padecemos sobrepeso u obesidad. Calcularlo e muy sencillo solo hay que dividir nuestro peso por el cuadrado de nuestra altura. El IMC recomendado es entre 18 y 25.
4. Adquirir hábitos de vida saludables: es importante identificar aquellos hábitos que frenan el adelgazamiento para poder modificarlos. Hay que tener en cuenta que el 40% de nuestras acciones diarias son hábitos, por lo que no podemos pretender una ruptura drástica de nuestro estilo de vida.
5. No centrarse únicamente en la alimentación: entender el adelgazamiento como un proceso integral que contemple y combine tres pilares básicos: alimentación, actividad física y bienestar personal nos hará evitar el efecto rebote.
6. Planificar y mantener horarios: la planificación garantiza comidas equilibradas y no tener que recurrir a opciones menos saludables como los platos precocinados. Una rutina en los horarios ayuda a mantener a raya el picoteo incontrolado entre horas.
7. Practicar el mindfulness: caminar, meditar, la relajación, o colorear mandalas son actividades que se pueden realizar de forma cotidiana para combatir el estrés, las preocupaciones y la ansiedad.
8. Aprender a cuidarse y quererse: las personas felices hacen elecciones más saludables. Para sentirse bien es recomendable dedicarse más tiempo a uno mismo, expresar las emociones, ser amable con uno mismo y premiar los logros.
9. Practicar actividad física: hacer ejercicio es fundamental para perder peso.
10. Compartir tu experiencia: el apoyo del entorno favorece el proceso de adelgazamiento, por lo que es importante hacer partícipe a la familia en la adquisición de los nuevos hábitos de vida. Del mismo modo, compartir la experiencia con otras personas que también estén adelgazando puede resultar un factor motivacional de gran ayuda.