A todos nos preocupa a estas alturas los excesos cometidos en estos meses de verano y ya empezamos a resentirnos de sus orondas consecuencias. Una muy buena manera de empezar sin grandes traumas a recuperar la talla invernal es haciendo yoga. Aquí os dejamos las 5 mejores posturas que, además de flexibilidad y equilibrio, os ayudarán a quemar la grasa abdominal y volver a tener una cintura dentro de los límites de la realidad.
Trabajar la respiración
Lo primero y más sencillo para empezar a bajar tripa en yoga es trabajar la respiración. La respiración en yoga es un pilar fundamental, de hecho en las enseñanzas yogui se dice que todos nacemos con un número determinado de respiraciones, de la manera que las utilicemos alargarán o acortarán nuestra vida.
Por eso una buena respiración lenta, profunda y abdominal, es decir, inflando la barriga al respirar y no el pecho, además de ahorrarnos unas cuantas respiraciones por segundo para nuestra longevidad, fortalece los músculos del abdomen y quema grasas al ejercitarlos. 10 respiraciones bien pausadas son suficientes para empezar a practicar.
La plancha
Este asana ya no es tan sencillo y placentero como el anterior, aquí empieza el trabajo duro de verdad. Con la espalda recta y boca abajo se eleva el cuerpo con los brazos pegados a los costados y las palmas apoyadas en el suelo como si fuéramos a hacer una flexión.
El cuerpo debe hacer una línea recta desde los pies a la cabeza y así aguantar todo lo que se pueda. Se puede empezar por aguantar 30 segundos e ir aumentando hasta los 5 minutos que, si lo consigues, te hacemos la ola, ¡prometido!
Paschimottanasan
Su práctica es bastante más sencilla que su pronunciación. Esta postura comienza tumbados boca arriba, con las piernas estiradas y relajadas y los brazos estirados sobre la cabeza. Desde esta posición cogemos aire, nos elevamos con ayuda de los músculos del abdomen y no los del cuello y, expulsando el aire, nos sentamos en un ángulo recto.
Después y acompañados de una segunda respiración nos inclinamos hacia delante e intentamos coger los dedos de los pies con ambas manos. Una vez alcanzada esta posición, permanecer así durante 2 minutos.
El perro
Aquí nos ponemos de pie, nos inclinamos hacia delante y ponemos las manos en el suelo a la misma distancia de los hombros formando un triángulo entre piernas y brazos. Desde esta postura se mete la cabeza entre los brazos, dirigiendo la mirada hacia el ombligo y se intenta repartir el peso de forma equitativa entre brazos y piernas para que así trabaje más el abdomen y no sufran las extremidades.
Repetir esta postura 3 veces con una duración de 30 segundos cada una de ellas. Este asana, además de quemar grasa del abdomen es una gran ayuda para estirar todos los músculos de la espalda.
La V o barco
Esta postura seguro que la conocéis más por pilates aunque su origen está en el yoga. Para comenzar hay que sentarse en una superficie plana y elevar las piernas de manera que, con el cuerpo recto, al elevar las piernas el abdomen se fuerce hasta alcanzar la forma de una V. Hay que aguantar así un minuto. Si es la primera vez que lo practicas, con que aguantes 30 segundos sin caerte, volveremos a hacerte una gran ola.