La Fundación Alpine Eagle fue creada en 2020 con el objetivo de sensibilizar, movilizar y actuar en favor de la fauna y flora que alberga la cordillera de los Alpes. En 2021 comenzaron un proyecto de reintroducción del pigargo europeo en la región del lago Lemán y ahora anuncian su participación en un nuevo programa de protección, diseñado en colaboración con la Universidad de Berna, que tiene el objetivo de predecir el impacto potencial de la futura instalación de turbinas eólicas en los Alpes suizos sobre la población de águilas reales, y evitar así su emplazamiento en zonas de alto riesgo de colisión con las aspas.
La reintroducción del pigargo europeo
Uno de los proyectos que la Fundación lleva a cabo desde 2022 se centra en la reintroducción del pigargo europeo en las llanuras del lago Lemán, la región más poblada de Suiza, que ha sido durante mucho tiempo el hábitat natural de esta especie. Conocida como el ‘águila pescadora’ -porque se alimenta principalmente de peces-, se trata del águila más grande de Europa occidental, desaparecida de la región hace 130 años. Gracias a una subvención de la Fundación Alpine Eagle, el parque de vida salvaje Aigles du Léman, creado en Sciez, en Alta Saboya (Francia) por Jacques-Olivier Travers, trabaja para reintroducir nuevos ejemplares en la región.
El papel de esta rapaz en la regulación de la fauna local es crucial. «Es lo que llamamos un ‘depredador superior’, es decir, un animal que va a regular a las demás especies que tiene por debajo, cazándolas o depredándolas. De eso se trata, de recuperar una especie que estuvo presente en el pasado y que aportará algo al biotopo de hoy en día», explica Olivier Travers.En junio de 2022 se liberó al con éxito al primer aguilucho tras pasar 81 días en el nido de sus padres. Se ha podido constatar que los primeros signos de adaptación en la naturaleza han sido positivos gracias a una baliza GPS instalada en el animal para rastrear diariamente datos precisos como su ubicación, su frecuencia cardiaca y su dieta.
Una de las acciones más importantes de la Fundación es hacer hincapié en la sensibilización de la opinión pública sobre la amenaza que experimenta esta especie con prácticas como la caza ilegal. «Este tipo de prácticas son las que provocaron la desaparición del águila más grande de Europa occidental de las orillas del lago Lemán hace 130 años», comenta Jacque-Olivier Travers. Por ello los esfuerzos de reintroducción continúan: unos 80 pigargos europeos se irán soltando gradualmente en libertad a orillas del lago Lemán hasta 2030.
Proteger el águila real en los Alpes suizos
En colaboración con Raphaël Arlettaz, jefe de la División de Biología de la Conservación de la Universidad de Berna, la Fundación ha dado a conocer su nuevo proyecto que tendrá lugar durante los próximos cuatro años. Se trata de un programa para definir, mediante un modelo espacial, las zonas de riesgo en los Alpes suizos tras la instalación de turbinas eólicas que aumentan la posibilidad de que estas grandes rapaces choquen con sus aspas.
El objetivo, garantizar la preservación de las áreas más críticas para la supervivencia del águila y recoger y analizar los datos GPS obtenidos de águilas equipadas con balizas, con el fin de crear herramientas de comprensión y mejora que permitan a los responsables implicados avanzar hacia una producción de energía y un desarrollo de las regiones alpinas más razonados y respetuosos con la biodiversidad.
El proyecto se desarrolla en tres fases: en primer lugar, el equipo científico hará un seguimiento de una población de 15 águilas reales para elaborar un modelo de su altitud de vuelo; posteriormente, se analizará la influencia que las condiciones topográficas y meteorológicas y la disponibilidad de recursos alimenticios; y, por último, el estudio prevé analizar la capacidad de las águilas y los quebrantahuesos equipados con balizas GPS para memorizar obstáculos potencialmente letales en su territorio, como los aerogeneradores.