El mundo de la moda está lleno de anglicismos. Cada temporada surgen nuevos términos con los que referirnos a determinadas tendencias o corrientes cuando todavía ni siquiera tenemos claro algunos básicos cuyas denominaciones cuesta descifrar. Un ejemplo de este bastante notable se da en lo que respecta a los abrigos, donde los nombres fácilmente identificables brillan por su ausencia.
Puffer, shearling, peacoat, trench… ¿cuáles son exactamente estos modelos? Esta pequeña guía pretende ayudar a resolver de una vez por todas todas estas dudas que surgen cuando arranca la época de frío para así poder dar con el más adecuado que se ajuste a los diferentes gustos y necesidades.
Shearling
Las cazadoras conocidas como shearling figuran entre las más populares esta temporada. No son en absoluto novedosas pero, ya se sabe que la moda es cíclica y por ese motivo no hay firma que no haya ideado al menos un modelo de cara a este invierno en diferentes formatos.
La versión aviador es la más común tanto en diseño corto como en largo porque la reputación atemporal que le precede la convierte en una inversión que puede amarse durante años. Aun así, hay muchas otras fórmulas igualmente funcionales porque cuentan siempre con acogedor pelo rizado por dentro como símbolo de distinción.
Peacoat
Otro nombre que conviene conocer a la hora de hablar de abrigos es el de Peacoat, que se refiere a ese modelo cruzado de largo tres cuartos y estética marinera fácilmente reconocible. Su origen dicen que se remonta al siglo XVIII en los Países Bajos, lugar en el que se empezó a usar esta pieza fabricada con una tela gruesa y ruda que enseguida pasaron a lucir soldados de todo el mundo justo antes de dar el salto a la vida cotidiana.
En la actualidad es ligeramente más corto que en su primer diseño pero cuenta igualmente con solapas anchas, un frente cruzado con bolsillos verticales y botones que generalmente se presentan a tono o en dorado.
Trench
Lo más probable es que la palabra trench te resulte algo más familiar y, sino, sabrás a qué nos referimos en cuanto te digamos que se trata de un básico de cualquier armario como es la gabardina. Es un abrigo cuyo origen nos traslada hasta 1820 aunque fue cuando pasó al campo de batalla como impermeable que ayudaba a soportar mejor las inclemencias del tiempo la dureza del conflicto bélico cuando alcanzó su fama.
El cine lo elevó a los altares gracias a su aparición en películas como El Samurai o Casablanca y ahora no se conciben las estaciones de otoño o primavera sin una de estas piezas como referencia.
Puffer
Cómodo y práctico, así es el abrigo bautizado en inglés como puffer al que en España solemos referirnos como plumífero, acolchado o, directamente, como plumas gracias a su fórmula hinchada que ayuda a aislar el cuerpo de las temperaturas más gélidas.
Pese a que su estética suele tirar hacia el ámbito deportivo, en los últimos años ha sido versionado hasta la saciedad apareciendo más o menos largo, con diferentes volúmenes y también con mezcla de distintos colores y materiales, lo que le ha otorgado una versatilidad difícilmente comparable.