Quizá alguna vez alguien imaginó una radio de pulsera, a modo de reloj, en aquella época en la que los mayores inventos del futuro se creía que eran una mezcla de varios objetos diferentes. Así lo demuestran Marty McFly y Doc en Regreso al futuro. El más popular en todas las películas de ficción siempre ha sido el coche volador, que todavía no parece querer hacerse realidad.
La firma de relojes suiza Hautlence ha traído a la palestra uno de esos inventos que, hace unas décadas, podrían parecer sacados de un futuro lejano: el Retrovision’47. Se trata de un reloj de pulsera con forma de transistor vintage que, aunque no funcione como radio, cuenta con una estética sin parangón. Es una muestra de que la relojería no tiene por qué ser siempre seria, sino que también puede sacar el lado más divertido del que la utiliza.
De este diseño se ha sacado una serie limitada de diez unidades, un número que no parece demasiado elevado hasta que se sabe que la marca produce unas 200 piezas en total al año. Se fundó hace dos décadas con un nombre resultante de un anagrama, Neuchâtel, que rinde homenaje a la cuna de la alta relojería con apoyo de Melb Holding. Desde entonces, la relojera no hace más que reinventarse y sacar piezas completamente únicas.
Único y exclusivo
Aunque sus relojes más clásicos suelen tener forma de rectángulo apaisado con las esquinas redondeadas y estilo futurista. El Retrovision’47 es una manera de imaginar cómo habrían sido los diseños de Hautlence si hubiera existido en los años 40. Así, se ha tomado la forma del transistor 5A5 que fabricó la General Television & Radio Corp de Chicago, sentando las bases de las televisiones de la época añadiendo elementos clave: la separación de la pantalla y el altavoz.
Este reloj de pulsera está elaborado en titanio de grado 5 y pintado a mano, con una caja de 44’4 milímetros de ancho, 39’2 de largo y 12’1 de ancho. En la derecha presenta una esfera de latón bañada en oro con el patrón emblema de la casa, Hautlence Möbius, en relieve. Las manecillas cuentan con la forma del dial selector de frecuencia del radiorreceptor y los número aparecen recubiertos de material luminiscente negro.
A la izquierda de la parte que marca las horas se ubica la rejilla de titanio que simula un altavoz que no tiene más función que la estética. A modo de colofón aparece la correa de cuero roja, un color que combina a la perfección con el verde de la caja. El precio es de 60.000 francos suizo. No se puede pedir menos por un reloj tan único y exclusivo como el Retrovision’47 de Hautlence.
