Eloy Martínez de la Pera, la moda como patrimonio cultural

Eloy Martínez de la Pera, la moda como patrimonio cultural

Eloy Martínez de la Pera, la moda como patrimonio cultural

Hubo un tiempo en la vida de Eloy Martínez de la Pera en el que descubrió que quería contar historias. Concretamente, aquellas donde la moda dialogara de alguna forma con el arte. Sucedió en Tayikistán, a principios de los años 90, cuando ejercía como diplomático en países de Asia central, tras observar cómo las mujeres de la región, con pocos recursos sociales, se embellecían cada mañana vistiendo sus pequeñas joyas o vestidos tradicionales de colores vibrantes. “La herencia cultural de cada país, desde la pintura o la arquitectura, y en especial la moda –explica–, es como su diario íntimo: refleja de manera honesta la historia de la gente. Esto es lo que quiero reivindicar como comisario de arte”.

Actualmente, Martínez de la Pera es uno de los nombres en España que mejor referencia la historia de la moda desde hace más de dos décadas. Solo por citar algunos de sus trabajos, fue el artífice de la muestra sobre el fotógrafo estadounidense Henry Clarke y la moda española bajo el influjo de la Alhambra, inaugurada en Granada a principios de este año, y en 2019 diseñó junto a Hubert de Givenchy –su mentor durante ocho años– la primera retrospectiva sobre Cristóbal Balenciaga, expuesta también en Francia y Suiza.

Cuidar la creación artística

Su labor como comisario consiste en dar narración al arte ajeno, mostrando las obras “como si fueran cuentos”. Aquí reside la función social de esta profesión, en intentar acercar el sentir del artista al público que le contempla. “El encanto de una sala de museo está en que nos permite poseer el maravilloso instante de enfrentarnos a una pintura o una pieza de alta costura en vivo y en directo, alejados de la bidimensionalidad de las pantallas a la que estamos acostumbrados”.

Trascender fronteras

Defensor de que España es uno de los países que más legado cultural ha dado a la universalidad del arte, afirma que llevamos siglos exportando moda. “Lo hizo primero la corte de Felipe II, en el siglo XVI, con toda esa indumentaria negra; y más tarde la emperatriz Eugenia de Montijo, cuando se casó con Napoleón III y llevó nuestras tendencias a la corte francesa. Hemos exportado moda a través de Velázquez, Zurbarán, Goya y por supuesto, con los grandes diseñadores del siglo XX: Fortuny, Balenciaga, e incluso Flora Villarreal, a la que se está redescubriendo ahora”.

A su juicio, esta realidad tiene su reflejo también en los diseñadores contemporáneos, como Palomo Spain, Teresa Helbig o la mallorquina Cortana. “En ellos convive un ADN creativo –dice– que ha llevado a la moda española a ser reconocible internacionalmente más allá de elementos como los volantes o la mantilla”.

La moda como fotografía de la sociedad

Los espacios y el patrimonio con los que Martínez de la Pera trabaja le permiten, por tanto, construir un puente entre el visitante y el relato que la moda ha hecho de las sociedades a lo largo de la historia. “Desde la entrada a la modernidad del siglo XX con la liberación del corsé, las mujeres vistiendo jeans en el mayo del 68 o las demandas que los colectivos LGTBI+ hacen a través de la estética, la moda manifiesta antes que cualquier otra disciplina, e incluso antes que cualquier legislación, las ambiciones de un sociedad. Es uno de los mejores espejos en los que las sociedades, al mirarse, pueden entenderse”.

Recientemente ha inaugurado la exposición La moda en casa de Alba, realizada en colaboración con el Palacio de Liria y comisariada junto al diseñador Lorenzo Caprile, del que además prepara una retrospectiva junto con la Comunidad de Madrid. Fuera de España, será el responsable en 2024 de la muestra La moda y la fundación Gulbenkian, en Lisboa.

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