Aunque muchos aficionados a los puros cubanos suelen encender sus Habanos habitualmente en las sobremesas de una comida o de una cena, quizás a media tarde e incluso a media mañana, una buena ocasión para disfrutarlos también es lo que cada vez más está marcando tendencia y se conoce como el “momento aperitivo”. Durante la espera de la comida o de la cena, picando unos frutos secos y degustando un vermut, un fino o una cerveza, los amantes del habano aprovechan para deleitarse con unas vitolas más pequeñas, con un tiempo de fumada que no exceda la media hora, y no especialmente fuertes, para dejar sus paladares bien acomodados para lo que llegue después. Aunque a menudo, entre bromas y buen ambiente, el momento Habanos y aperitivo se prolonga más de lo previsto y directamente sustituye la comida.
Y ahora que la instabilidad meteorológica típica de la primavera deja paso al prolongado buen tiempo del verano, se abren un sinfín de posibilidades para disfrutar de estos momentos placenteros en las múltiples terrazas de nuestras ciudades. Para estas ocasiones una excelente opción es sin duda encender un Montecristo Open Junior, el habano más pequeño (cepo 38 y 110 mm de longitud) de la línea más joven de la marca Montecristo, Open, que incorpora dentro de un perfil de fortaleza media nuevos matices de sabor y un final dulzón a lo largo de sus 20-25 minutos de fumada.