Bajo el título Conectando mentes, Creando Futuro y planteando tres subcategorías –Sostenibilidad, Movilidad y Oportunidad–, el encuentro multicultural que supone la Exposición Universal de Dubái 2020 (mantiene en su nombre la fecha inicialmente prevista, aunque en realidad se esté celebrando entre el 1 de octubre pasado y el 31 de marzo próximo) se encuadra en la tradición de presentar los avances tecnológicos y artísticos de la humanidad. Para esta edición, los Emiratos Árabes Unidos han invertido miles de millones de petrodólares, e incontables recursos naturales, en construir un recinto megalómano que invite a soñar un futuro mejor. El resultado es una exposición impresionante en todos los sentidos, un espectáculo único que reúne a más de 190 pabellones firmados por países y empresas e innovadoras iniciativas temáticas, que van desde el ocio hasta a algunos de los grandes retos del presente, como la sostenibilidad o la movilidad. Algunos de los más importantes estudios de arquitectura –desde Foster hasta Calatrava– han desplegado sus propuestas más extravagantes para la ocasión. Estructuras lujosas que acogen unos valores sociales alineados con los objetivos globales de la ONU: ecología, solidaridad e igualdad de oportunidades. En este reportaje hemos recopilado algunas de las propuestas más llamativas de esta edición irrepetible.
Asif Khan
Acceso principal. Arquitecto británico de origen paquistaní (Londres, 1979), el nombre de Asif Khan está asociado a eventos internacionales. En Sochi 2014, durante los juegos olímpicos, creó una edificación cuya fachada cinética mostraba rostros humanos cambiantes. Y en los de Seúl de 2018 levantó un pabellón para Hyundai con el famoso color negro Vantablack VBx2, convirtiendo la edificación en un espacio nocturno a la luz el día. Su propuesta para Dubái 2020 es un acceso al recinto de dimensiones espectaculares cuyo entramado recuerda las celosías árabes, las mashrabiya tradicionales de la región que permiten crear sombra manteniendo la circulación del aire. Sus hilos de fibra de carbono ultraligeros componen una estructura de 21 metros de largo por 30 de alto.
Estudio Calatrava
Pabellones de EAU y Catar. En la Exposición de 1937 de París los pabellones de Rusia y Alemania estaban frente a frente y el arquitecto Adolf Loos espió la maqueta soviética para poder elevar su propuesta por encima de aquella. Salvando las distancias, es curioso que dos naciones vecinas que hasta hace poco no tenían relaciones diplomáticas –Emiratos y Catar– hayan elegido a Calatrava para diseñar sus propuestas. Podemos imaginar el celo por tener mejor pabellón. Gana la anfitriona (en ambas imágenes), con una estructura en forma de alas de halcón –símbolo nacional– que se despliegan.
AGI Architects
Pabellón Opportunity. Una de las mejores propuestas de esta edición es el Pabellón de la Oportunidad. La amable simplicidad de su fórmula y el nexo conceptual con los principales postulados para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas –que tienen aquí su pabellón– contienen un acogedor humanismo. Sus responsables son el estudio hispano-kuwaití AGI Architects. Desarrollado a modo de plaza o foro, espacio abierto al diálogo y el intercambio sin distinción de origen cultural o social, es por ello símbolo de la oportunidad de crecimiento y avance positivo. Este pabellón busca evidenciar como nuestros gestos tienen un impacto en el mundo, en el presente pero también en el futuro. El material principal es la terracota, y su cubierta superior la constituyen planos rectangulares de textura translúcida que se superponen y elevan como “las nubes y sueños que todos tenemos para crear un mundo mejor”, explican los arquitectos.
Foster+Partners
Pabellón de la Movilidad. La tecnología digital pone en cuestión la importancia del transporte, como se ha visto durante la pandemia. Sin embargo, para los Emiratos Árabes Unidos –gran productora de petróleo– su pervivencia es una cuestión vital. Incluso a través de las nuevas estrategias híbridas y puramente eléctricas de movilidad, los países del Golfo Pérsico –Arabia Saudí, Kuwait y Catar– buscan seguir manteniendo la hegemonía en el sector de la energía y el transporte. De ahí que uno de los principales pabellones sea este creado por Norman Foster, un espectacular edificio en el que se especula sobre el transporte autónomo, la exploración espacial, la robótica, la explotación de los datos o la forma que tomarán las ciudades del futuro desde la perspectiva de la movilidad.
Sostenibilidad y eficiencia
Pabellón de España. El pabellón español es inteligente y audaz en su sencillez, además de honesto e icónico, aspectos cada vez más valorados en el diseño y la arquitectura. No es necesario caer en el exceso para llamar la atención. Entre sus propuestas de contenido –lo que de verdad importa–, están las orientadas a la sostenibilidad y la salud –con numerosas start ups de biotecnología–, o enfocadas a la movilidad –promoviendo el modelo de hyperloop creado por Zeleros–. También pone en valor la creatividad española, con un programa educativo y artístico en el que destaca la escultura digital e interactiva de Daniel Canogar.
Es Devlin
Pabellón del Reino Unido. Artista inclasificable, escenógrafa, coreógrafa y escultora, Es Devlin ha trabajado para U2, Miley Cyrus, Jay Z o Beyoncé imaginando escenografías. Que el Reino Unido la haya elegido para crear un pabellón tan poético como el que presenta en la exposición demuestra su valentía y salva un aspecto –el del arte público en Dubái 2020– que los organizadores han reducido a algunas esculturas kitsch. Inspirada en la idea del científico Stephen Hawkins de organizar un concurso para decidir qué mensaje enviar al espacio exterior, Devlin ha creado una fórmula para que los visitantes participen en la creación de ese mensaje.
Grimshaw Architects
Pabellón Terra. Formado por elementos que aparentan antenas de comunicación intergalácticas –inspiradas en unos árboles locales llamados Sangre de Dragón–, en realidad son parasoles gigantes que maximizan los espacios de sombra y renuevan los recursos naturales. Los paneles fotoeléctricos captan la luz del sol para generar energía y la estructura central de mayor tamaño utiliza la humedad suspendida para conseguir agua, además de enfriar el aire. Las entrañas del Pabellón de la Sostenibilidad acogen diferentes exposiciones en torno a la recuperación y riqueza de los espacios naturales.
Bompass&Parr Gastronomy
En un planeta digitalizado donde la amenaza del metaverso parece cada vez más cerca, una de las pocas certezas que nos quedan es el sentido del gusto. Tanto la experiencia virtual como la sublimación del paladar sobrevuelan Dubái 2020, la primera por su ausencia: extraña que una técnica tan futurible como la realidad aumentada, que permite visualizar con el móvil elementos que no están presentes, no sea más relevante en este encuentro dedicado a los avances tecnológicos. Tampoco la realidad virtual parece formar parte del futuro según los países y empresas participantes, que siguen apostando por la fisicidad. Aquello que aún no puede sustituirse, los sabores, seducen al visitante en el restaurante Jubilee Gastronomy, donde invitan a chefs internacionales a presentar su trabajo y el cocinero español Paco Pérez deslumbró en noviembre. Destaca también el menú imaginativo basado en el diseño sensorial de Bompass&Parr.
V8 Architects / WHOA
Países Bajos / Singapur. Ambos son países pequeños que, gracias a sus políticas económicas y sociales, repiten en los paneles de las democracias más avanzadas. Una de sus características es el desarrollo de soluciones innovadoras y audaces que les propulsan un paso por delante del resto. En Dubái, ambos apuestan por pabellones que simbolizan su capacidad de hacer de la necesidad –la transformación ecológica–, virtud. Los Países Bajos han construido (izquierda) un biotopo que genera agua y cultiva alimentos, participando del equilibrio térmico del espacio y de su diseño visual. En cuanto a Singapur (derecha), también activa un circuito autosuficiente de energía, naturaleza y recursos gestionados por tecnología robótica, construyendo un inmenso jardín colgante. Un brillo de esperanza y vida en el desierto de Dubái.