Longines ha renovado por completo la estética de su icónica colección femenina PrimaLuna. Inspirada en el espíritu de su primera versión, la nueva línea destaca por sus proporciones refinadas, el rediseño de la caja de 34 mm y la incorporación de detalles artesanales como biseles engastados con diamantes y zafiros. La corona, con forma de burbuja, evoca la luna llena y mantiene el vínculo simbólico con la complicación que da nombre a la colección.
La gama ofrece varias versiones de esfera: una clásica plateada con números romanos, otra en nácar blanco con índices de diamantes y una tercera en nácar azul celeste con 14 diamantes, acompañada por un bisel engastado con 48 zafiros en degradado. Las agujas, más estilizadas, se presentan en rodio, azul, dorado o rosa dorado, manteniendo la identidad visual de PrimaLuna.
En el plano técnico, por primera vez la colección incorpora la función automática de fase lunar con fecha, gracias al calibre exclusivo Longines L899.5 con espiral de silicio. El movimiento garantiza una reserva de marcha de 72 horas y mayor resistencia a campos magnéticos y variaciones de temperatura, lo que refuerza la precisión y durabilidad de los relojes. Todos los modelos cuentan con estanqueidad hasta 30 metros.
La colección se completa con una variedad de brazaletes y correas. Las pulseras de acero inoxidable presentan eslabones más cortos en forma de medialuna para mejorar la comodidad, mientras que las correas de cuero de caimán premium —en azul, burdeos o rojo— aportan un toque de sofisticación adicional.
Con esta nueva edición, Longines reafirma más de un siglo de experiencia en relojería femenina, posicionando a PrimaLuna como una expresión contemporánea de la elegancia, dirigida a mujeres que valoran tanto el diseño como la excelencia técnica de la tradición suiza.
