Aprenderás a llevar un pareo
Es una prenda que no puede faltar en tu cesta de la playa. Compra uno que sea grande, porque será más versátil, y si no tienes muchas más ideas que la de ponértelo al modo tradicional, busca tutoriales en Youtube, que los vas a encontrar seguro. Envuélvetelo alrededor de las caderas, hazte un vestido con escote halter atado en la nuca, anúdalo para que quede como un kimono… Todo vale para ir ideal por el paseíto de lamas de madera que entra y sale de la playa. Y si no tienes mucha gracia, tira de kimono directamente. Este verano verás muchos al borde del agua, te darán un plus de estilo y no tendrás que pensar cómo ponértelo.
Recogerás tu pelo
La combinación pelo con sal o cloro + viento con arena + pelos descolocados nunca quedará encantador a menos que seas Gisele Bündchen o hayas crecido en una playa de Copacabana. Si tu melena es larga, un recogido despeinado, una coleta o una trenza (o varias) serán tus mejores aliados y además te quitarás el calor en la nuca. Si lo llevas con un corte bob y el largo no te pasa del hombro, aprovecha la tendencia ‘efecto mojado’ que tanto éxito tuvo en las pasarelas de temporada. Y no te olvides de cubrirte la cabeza con sombreros panamá o pamelas (que por otra parte, son ocasión perfecta para lucir, porque el resto del tiempo se la pegan guardadas) y de aplicarte productos específicos para el cabello con factor de protector solar, que te progerán (y te ayudará para todos esos peinados que hemos dicho).
El maquillaje ligero elegirás
Que sí, que se puede ir maquillada a la playa sin ir hecha un payaso y que además dure toda la jornada. Según María Soláns, directora de la Escuela y Agencia de Maquillaje Mery Make Up, “el secreto está en seleccionar buenos productos, que sean waterproof y que además nos protejan de los rayos solares”. Una máscara y lápices resistentes al agua, al calor y al sudor te permitirán llevar ojos y pestañas de infarto a cualquier hora, aunque la experta recomienda no maquillar en exceso, simplemente “dar un toque para oscurecer y profundizar la mirada, para no ir con demasiada cargada”.
Otra idea es utilizar las BB y CC Cream. “En el mercado existe una amplia variedad de protectores solares para rostro que, además de proteger la piel, aportan un toque de color para unificar el tono”, añade Solans. Eso sí, no te vuelvas loca. Nada de llevar los labios con color. Elige productos que hidraten, den algo de brillo y, a ser posible, aporten protección.
Las uñas perfectas llevarás
Di no a manicuras poco naturales. Nada de uñas francesas ultra blancas con brillo, decoradas con strass o lentejuelas, como recién salidas de un taller de nail art con frutas y palmeras… No se trata de que lleves la pedicura con simple brillo transparente. Pero sí que sepas que favorecerá más elegir colores sencillos de la temporada como el amarillo minion o el menta. Si no, siempre puedes tirar de nude, que es muy favorecedor cuando el pie está moreno y que tiene el efecto visual de alargar la pierna cuando lleves sandalias.
Para sentarte a comer te vestirás
El bikini aún mojado que ha traspasado el pareo y deja un rodal oscuro en la zona de las posaderas y el pecho quizá no sea la visión más apetecible para tus vecinos de mesa, por mucho que esa paella que se están comiendo sea digna de recordar. Y a ti tampoco te guste mucho ver el michelín del señor de al lado, que no se ha puesto al camiseta. ¿Qué tal si nos vestimos todos? Piensa que la hora de comer es el momento perfecto de lucir todas las cositas monas que te has comprado para la playa: el caftán bordado, los shorts vaqueros desgastados, las blusas boho, vestidos sueltos de algodón… Siempre en clave casual y nada impostado.