Miley Cyrus volvió a convertirse de nuevo en la reina de lo estrambótico gracias a todos los outfits que decidió lucir durante la gala. La cantante llegó con un vestido de gladiadora plateado, firmado por Versace, que dejaba sus pechos casi al aire. Cyrus, no contenta con ello, lució durante la gala un vestido completamente transparente con varios círculos pegados, colocados estratégicamente para, suponemos, evitar la censura. Pero ahí no terminó. La cantante se enfundó además un vestido rosa chicle con cuatro letras hinchables pegadas en las que se podía leer ‘Do It’.
Pero Miley no fue la única que llamó la atención durante la gala. También pudimos ver a Amber Rose con un ceñidísimo vestido poco favorecedor con un estampado muy curioso o al diseñador Jeremy Scott luciendo pectorales con un traje que parecía imitar a la televisiva carta de ajuste. El que también quiso brillar en la ‘red carpet’ fue Frankie Grande que se colocó una chaqueta con motivos plateados, un pantalón corto y pintó su pecho con purpurina dorada.