Marta Ortega Pérez heredará la próxima primavera el mando del imperio textil Inditex, que creó su padre, el todopoderoso Amancio Ortega. Será después de que el grupo presente los resultados del ejercicio, que apuntan a que volverán a batir récords tras la crisis de la pandemia a la vista de los 1.228 millones de beneficios del tercer trimestre fiscal (agosto-octubre).
Ortega hija, de 38 años, sustituirá a Pablo Isla, el hombre que eligió el patriarca para consolidar la expansión internacional y convertir el grupo en líder mundial hace 16 años. Casi ese mismo periodo lleva ella trabajando en la compañía sin significarse demasiado, transitando por los distintos departamentos, conociendo la casa y preparando el futuro. No llevará el día a día, que deja en mano de Óscar García Maceiras como consejero delegado; pero su forma de ser permite barruntar que imprimirá un estilo de gestión abierto y firme. “Estaré siempre donde la empresa más me necesite”, declaró en una entrevista a The Wall Street Journal en septiembre, la primera que ha concedido y que rompe la aversión general de la compañía a salir en la prensa. En esa entrevista recordaba su primer trabajo en una tienda de Zara, envuelta en el anonimato, que no tardó en descubrirse. “La primera semana pensé que no iba a sobrevivir, pero luego es como si te hicieras adicta a la tienda. Hay gente que nunca quiere irse”, decía.
Marta Ortega estudió en los jesuitas de A Coruña y cursó el bachillerato en Suiza. Luego se graduó en estudios empresariales en la European Business School de Londres. Representa ya a las generaciones del siglo XXI, pertenece a la era digital. Le encanta montar a caballo y se mueve con destreza en el mundo del lujo. Es cliente de las grandes firmas y habitual a sus desfiles. También ha sido portada de las revistas del corazón en sus dos bodas, la primera con el jinete Sergio Álvarez Moya y la segunda con Carlos Torreta, hijo del diseñador Roberto Torreta.
Ya es el centro de todas las miradas como una de las mujeres más poderosas, al frente de un grupo de casi 90.000 millones de valor bursátil; 144.000 empleados y 6.600 tiendas de Zara, Massimo Dutti, Bershka, Uterqüe, Stradivarius… en más de cien países, aunque sus ventas online llegan a 216 mercados, es decir, a todo el planeta.