Lucía Serrano y Agustín García se conocieron trabajando en el taller de Sastrería Serna, una de las sastrerías más antiguas de España y el lugar de confianza al que acude el rey Felipe VI para crear sus trajes más especiales. Una tradición que ha inculcado a su hija mayor, la princesa Leonor, pues escogió esta firma para la creación del traje de chaqueta de color blanco que lucio durante su jura de la Constitución, el día que cumplió los 18 años.
Agustín, tras veinte años como aprendiz de Cecilio Serna, tomó las riendas de este taller de costura en el que la artesanía sigue vigente y donde comenzó a trabajar Lucía Serrano. Y allí, entre puntadas, hilos y patrones, surgió el amor, un amor que los ha llevado a convertirse en marido y mujer, y una historia que recaen medios como Vanitatis, quienes cuentan con las increíbles imágenes de la boda en la que, como era de esperar, ambos lucieron dos looks que rozaron la perfección.
La novia, Lucía Serrano, optó por un increíble diseño firmado por Helena Mareque inspirado en los años 50, el vestido de nova cuenta con un escote palabra de honor oculto bajo un volante plisado en forma de abanico y acabado estructurado. La parte de arriba del vestido contaba con un cuerpo a modo de corpiño fabricado con un delicado encaje. Ajustado en la cintura, a partir de ahí salía una falda con volumen.
Por su parte, el traje del novio se elaboró en el mismísimo taller de Sastrería Serna. Agustín apostó por un chaqué de estilo clásico en el que destaca la perfección de cada puntada y la artesanía y el amor con el que siempre se trabaja en la firma. Con chaleco de color blanco, camisa del mismo tono y una corbata estampada, la elección del maestro costurero rozaba prácticamente la perfección. Algo que no resulta extraño, pues por algo es la sastrería encargada de los trajes del rey Felipe VI. La novia confesó a Vanitatis el secreto de por qué los trajes de Sastrería Serna siempre quedan bien: «Agustín se centra en hacer prendas que se adaptan al cuerpo sin ceñirlas en exceso. Siempre busca el equilibro”.
En 1954, Martín Arana abría una pequeña sastrería en Madrid que, unos años más tarde se quedo en manos de Cecilio Serna, quien le puso de nombre Sastrería Serna y quien comenzó a encargarse de los trajes más importantes del rey Felipe VI. Incluso de sus uniformes militares, pues es el lugar de confianza al que acude para vestir siempre de manera impoluta. Este taller, situado en la calle General Pardiñas en Madrid, es una de la sastrerías más antiguas de España, fiel reflejo de la artesanía y el buen hacer.
Tras años vistiendo al monarca, su hija mayor, la princesa Leonor, sorprendió con un traje de chaqueta de color blanco que crearon Ángel y Lucía para la jura de la Constitución de la futura heredera al trono. Hecho que nos lleva a pensar que, seguramente, también sean ellos los que se encargan de los trajes que la princesa de Asturias llevó en la Academia Militar y, actualmente, en la Academia Naval. Por ello, no resultaría extraño que padre e hija compartan sastrería en más de una ocasión.