Varios quilates de oro, diamantes y diversas piedras preciosas dan forma a las joyas que diseña Nadine Ghosn, hija del expresidente de Nissan-Renault Carlos Ghosn. Rondando los 30 años, la joven ha logrado hacerse un renombrado hueco en el mundo de la alta joyería con la bendición del mismísimo Karl Lagerfeld. La originalidad de sus piezas es lo que ha conquistado el panorama, mezclando la cotidianidad con el máximo lujo posible.
El último en mostrar una de sus piezas fue el artista Drake, que apareció en su último videoclip de la canción First Person Shooter con una pieza especialmente diseñada para la ocasión: un collar y cadena de perro hecho con dos kilos de oro blanco de 18 quilates y 50 de diamantes. Anteriormente ya había mostrado su gusto por la firma, llevando otra cadena de eslabones con forma de hueso. Se ha convertido en su diseñadora de cabecera, al igual que la de Beyoncé.
El día a día es su principal inspiración, creando piezas como anillos coronados por bloques de Lego, brazaletes con forma de cubiertos o gemelos en forma de hamburguesa y patatas fritas. Esta última recuerda a la colaboración que hizo con McDonald’s en San Valentín de 2018. La cadena de comida rápida publicó un concurso cuyo premio era un anillo Big Mac llamado Bling Mac, valorado en 11.500 euros.
Un apoyo que tardó en llegar
Desde pequeña mostró interés por la joyería y, aunque su carrera de Economía y Arte en la Universidad de Stanford (California) no parecía allanarle el camino, finalmente acabó sucumbiendo ante su mayor pasión. «Había muy poca gente que hiciera cosas distintas, todo era muy predecible y convencional«, afirmó a la edición asiática de Tatler. «Como consumidora, quería llevar piezas que reflejaran mi personalidad y mi carácter, pero usando los mejores materiales«.
Su familia no confiaba en ella, pero eso no la detuvo y tomó como ejemplo del carácter emprendedor de su padre. Su colección se dio a conocer en la tienda parisina Colette antes de su cierre en 2017 y ese fue su gran impulso. De hecho, Lagerfeld adquirió alguna de sus piezas en los inicios de su carrera. «Hagas lo que hagas, sé la mejor en ello. Hazte indispensable«, dice Ghosn. Ahora también confiesa orgullosa que su padre «por fin» dice que es diseñadora de joyas.
Ella misma define su trabajo como ‘joyería fina divertida’, y es que con él desafía esa seriedad implícita que tiene el mundillo. Algunas de las más famosas son las que se inspiran en los objetos más banales como un anillo que cuenta con cinco zanahorias de varios quilates o un collar de auriculares cubierto de diamantes blancos y negros. Con todo, demuestra que la inspiración está en cualquier parte, incluso cuando nadie confía en ello.