Dicen que la colección de relojes de Carlos III es una de las amplias y extravagantes de las monarquías porque en ella hay creaciones de Jaeger LeCoultre, Cartier, Breguet, Patek Philippe o Parmigiani Fleurier que luce siempre que tiene ocasión. Sin embargo, no parece haber transmitido el rey inglés esta pasión por la relojería a su hijo mayor porque este último siempre se deja ver con el mismo modelo.
Al igual que presume de zapatería y sastrería impecable a medida en los distintos actos, el príncipe Guillermo podría si quisiera adornar su muñeca con diferentes diseños de firmas de lujo. En lugar de eso, siempre recurre a un reloj en concreto, el mismo que le lleva acompañando los últimos 30 años.
No hay más que tirar de hemeroteca para comprobar que en prácticamente todas sus apariciones públicas desde que es un adolescente se le ve con esta singular pieza que tiene para él un gran valor sentimental. Y es que este nada ostentoso cronógrafo fue un regalo que su madre Diana de Gales le hizo cuando él era solo un niño.
Se trata del OMEGA Seamaster Diver 300M, un diseño icónico de 1995 de tamaño mediano con esfera color azul, brazalete de acero inoxidable, cristal de zafiro resistente a los arañazos, un bisel giratorio unidireccional, un cronómetro, una corona atornillada y una válvula de escape de helio.
Lady Di se lo dio a su primogénito como obsequio cuando el heredero al trono británico se encontraba cursando sus estudios de secundaria en Eton College y, por este importante simbolismo, se ha convertido en el reloj favorito del príncipe Guillermo.
Es por eso que el hermano del príncipe Harry ha usado esta joya en la mayoría de sus compromisos oficiales con la corona así como durante sus viajes familiares. Incluso fue el que le acompañó hasta el altar el día de su boda con Kate Middleton en el 2011 o el que se le vio en la ceremonia de coronación de su padre hace un año.
El inseparable reloj del príncipe Guillermo saltó a la fama en la década de los 90 después de que Pierce Brosnan lo luciera como James Bond en la película Golden Eye. De hecho, hace dos años volvió a pasar a la primera plana cuando la marca Omega lanzó dos nuevas versiones de este clásico con el que pretendía homenajear los 60 años del célebre agente 007.