Roberto Verino: «La juventud es tener 98 años y pensar como si tuvieras 20, porque los proyectos requieren de otros 20 años para materializarse»

Roberto Verino: "La juventud es tener 98 años y pensar como si tuvieras 20, porque los proyectos requieren de otros 20 años para materializarse"

Roberto Verino: "La juventud es tener 98 años y pensar como si tuvieras 20, porque los proyectos requieren de otros 20 años para materializarse"

Defensor del slow fashion, y de la constante búsqueda de superación, Roberto Verino (Ourense, 1945) cree en la moda como un oficio que ha de realizarse más despacio y con más amor. Ahora, da un paso a un lado para dejar la dirección de la marca en su hija, aunque él continuará al frente del diseño y, además, volcado en su bodega Gargalo. “Como profesional –dice–, lo mejor está por llegar. Lo importante es disfrutar con lo que haces cada día.”

¿Qué le aporta el mundo del vino que no haya encontrado en la moda?

No son mundos enfrentados, al contrario. Las dos actividades me permiten ofrecer un producto que seduce los sentidos. La bodega es un proyecto familiar que ha generado un cambio de actitud para promover la calidad antes que la cantidad, y que ha generado expectativas en la gente joven.

¿Es posible aplicar la creatividad al mundo de los vinos?

La creatividad es fundamental para elaborar vinos con personalidad. Al disponer de un terreno y unas variedades determinadas por el clima, es más complejo ser creativo en el mundo del vino que en la moda. Tenemos una cosecha por año; lo que hayas decidido hacer, te salga bien, regular o mal, no se puede repetir. Además, la sensibilidad para captar aromas, gustos y matices exige tener unas narices ejemplo de virtuosismo.

¿Representa este relevo generacional un cambio de dirección para la firma?

Sin duda. La dirección ejecutiva la llevará Dori Casal, la dirección de marca mi hija Cristina Mariño, y yo me ocuparé de la dirección creativa, que es donde más gratificado me siento. Con este cambio me ayudan a que yo siga disfrutando de forma más atenta, ya que podré ocuparme y despreocuparme.

El diseñador se ocupará de la dirección creativa de la firma y de su labor vinícola en su bodega Gargalo, en Orense (Galicia).

¿Qué lugar han tenido las mujeres en su vida? ¿Quiénes le inspiraron la sensibilidad por la moda?

Mi madre y mi abuela materna han significado para mí el poder de ilusión. La juventud no es solo tener 20 años; es tener 98 años y pensar como si tuvieras 20, porque los proyectos que te pones por delante requieren de otros 20 años para materializarse. A pesar de eso, ponían la misma capacidad de emoción. Siempre me han transmitido que lo más importante es cómo uno es, cómo uno se siente y cómo uno quiere llegar a ser.

Con su colección Nomadismo Urbano transmite la importancia de aunar lo analógico y lo digital. ¿Está la digitalización matando el factor humano en la moda?

Creo que existe en este debate un malentendido, porque las nuevas tecnologías no son para sustituir a las personas, sino para ayudarlas a trabajar con más garantías. Es posible tomar decisiones en menos tiempo y con menos consumo de materiales. Es un error pensar que las nuevas tecnologías anulan a los profesionales. Al contrario, los hacen mejores. El problema está en el miedo de la gente a ser reemplazada.

Habla usted de la importancia de construir ‘armarios emocionales’. ¿Cómo definiría este concepto?

Son prendas compradas con inteligencia, con talento, porque son inversiones que te permiten disfrutar de ellas en el tiempo. Son sencillas en corte, diseño y con colores de la naturaleza. Lo que importa es lo que la prenda te hace a ti, no lo que tú le haces a ella. Cada vez que abras tu armario, te estarán recordando, como si fueran un diario, experiencias, sensaciones o personas.

¿Estamos aprendiendo la lección de la sostenibilidad a la hora de comprar?

La sostenibilidad de verdad es saber consumir lo justo. Hay que ser solidarios con el planeta y con las personas, de forma que disfruten con su estética y con su cuerpo. El cuidarnos y querernos es un entrenamiento constante. Las prendas tienen vida, aquí reside la verdadera sostenibilidad.

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