Todo nuevo modelo comienza con un ejercicio de creatividad por parte de los diseñadores. No hay límites; sí objetivos: tiene que ser algo diferente, que sorprenda, que marque el camino del diseño de futuro de la marca porque quizás ese modelo no solo llegue a ser una realidad tangible, sino que puede servir de ejemplo real de hacia dónde se quiere ir. Este es el caso del CUPRA Tavascan, un SUV coupé eléctrico que representa, como pocos, el inconfundible ADN de CUPRA. En 2019, se mostró en el salón del automóvil de Frankfurt como un concept car que sorprendió por sus líneas atrevidas y un diseño que rompía con los cánones establecidos. Cuatro años después ha vuelto a asombrar al mundo en su presentación en Berlín; un modelo que no ha perdido un ápice de su esencia manteniendo el leitmovit de CUPRA: ‘si podemos soñarlo, podemos crearlo’.
Cuando Jorge Diez, director de Diseño de CUPRA, y su equipo comenzaron a trazar las líneas de una nueva propuesta para fabricar un SUV, con acabados coupé y además eléctrico, sabían que algunos pensarían que era demasiado. “Cuando quieres crear algo único, crear una personalidad fuerte, no puedes complacer a todos. Eso significaría perder tu identidad, y eso no es lo que hacemos en CUPRA”, afirma Diez, y añade: “Como diseñadores, estamos obligados a sobrepasar los límites sin pensar en el qué dirán, a seguir nuestro propio camino. Eso es lo que hemos hecho con el CUPRA Tavascan. No es una respuesta al cambio, es el vehículo que lo crea”.
El CUPRA Tavascan es el segundo modelo 100% eléctrico de la marca, con un fuerte carácter y que expresa una nueva manera de hacer las cosas. “La máscara delantera le proporciona un carácter deportivo único, unido con el diseño escultural progresivo del capó en forma de V. Juntos crean una poderosa sensación de tensión”, comenta el diseñador. A este concepto de diseño exterior se le suma la nueva firma lumínica de tres triángulos de los faros delanteros. “Son el nuevo icono de la marca que, junto con el logo iluminado por primera vez, muestra la fuerte identidad de CUPRA”, añade el jefe de Diseño.
Un lenguaje único
Si el exterior del CUPRA Tavascan ha representado una evolución hacia el diseño futuro de la marca, su interior es aún más revolucionario. El carácter del que habla Diez se traslada dentro con otro de los iconos más representativos de este modelo, su espina central. “Para nosotros es una obra de arte nunca vista hasta ahora, la pieza más icónica de este interior que muestra el esqueleto que soporta toda la consola flotante para crear un interior esculpido y futurista”, comenta el director de Diseño de CUPRA. “Esos elementos –añade– maximizan la sensación de espacio en la cabina y, combinados con la iluminación interior progresiva, crean un lenguaje de diseño único y lleno de carácter”.
La presentación internacional del CUPRA Tavascan en Berlín se produjo el pasado mes de abril y fue el resultado de años de trabajo de una marca que, en su corto tiempo de vida, no ha dejado de sorprender. CUPRA nació en 2018 con una filosofía definida: una marca desafiante y alejada de lo convencional dispuesta a demostrar que electrificación y deportividad conforman una combinación perfecta. Este año, con solo cinco años de vida, la marca ha alcanzado nuevas cotas con más de 380.000 vehículos entregados. Cada lanzamiento ha marcado un nuevo hito en la definición del carácter de la marca: el CUPRA Ateca es un modelo único en su segmento; el León, su primer vehículo electrificado con un motor híbrido enchufable; el Formentor, el primer coche desarrollado en exclusiva por la marca y el más vendido de la compañía actualmente, y el Born, el primero 100% eléctrico. A ellos se une ahora el Tavascan. “Cada vez que por fin revelamos al público un nuevo modelo –dice Jorge Diezes un momento muy especial para nosotros. Es un sueño hecho realidad después de tanto trabajo. Simplemente asombroso”.