Vestir de un solo color tiene muchas ventajas. La principal es que con esta fórmula se acaban los quebraderos de cabeza a la hora de buscar combinaciones que de verdad encajen por tonalidad porque se trata simplemente de apostarlo todo a lo mismo.
También hay que tener en cuenta que el monocromatismo es una excelente manera de conseguir un efecto estilizador ya que alarga visualmente la figura de la forma más sencilla posible, lo que lo convierte en uno de los recursos más utilizados cuando uno quiere rascar unos centímetros.
A estas podemos sumar una virtud más que es la de la creatividad. Puede que de primeras pensemos que esta se pierde cuando se eliminan de la ecuación el resto de la paleta, pero lo cierto es que es todo lo contrario porque con el formato ‘total look’ se pone a prueba la capacidad de cada uno para exprimir al máximo un solo color. Y si no que se lo pregunten a Ryan Gosling que ha demostrado ser todo un experto en la materia.
Ryan Gosling nunca ha destacado por ser un fiel seguidor de las tendencias más complejas o por atreverse con prendas demasiado llamativas o estridentes. Eso sí, tampoco lo ha hecho por ser de los que se mueven en el minimalismo más absoluto a la hora de elegir qué ponerse. Su estrategia con la moda sí pasa por tomar riesgos, pero siempre utilizando el color como perfecto catalizador.
A lo largo de todos sus años de fama, el año ha logrado encontrar un estilo personal con el que parece encontrarse de lo más cómodo. Uno en el que apenas entran los estampados pero sí que hay cabida para cualquier tonalidad que se le plantee. Es por eso que no nos sorprendió en absoluto que durante los diferentes actos de promoción de la película Barbie que se llevaron a cabo por todo el mundo le viéramos encarnar al perfecto Ken vestido de verde, amarillo, azul y, como no, de rosa.
Para el recuerdo queda ya el traje fucsia con cristales bordados que Gucci personalizó para que Ryan Gosling pudiera interpretar el tema I’m just Ken en la pasada gala de los premios Oscar emulando la célebre actuación de Marilyn Monroe en la película de 1953 Los caballeros las prefieren rubias.
Esta fuerte apuesta por el ‘total look‘ no la ha dejado Ryan Gosling atrás con la era Barbie sino que continúa siendo su favorita. En los últimos días, de hecho, ha sido el esquema que ha seguido para presentar junto a la actriz Emily Blunt la película Fall guy, lo cual nos ha llevado a tomar buena nota de los trucos que sigue el actor para lograr que sus estilismos monocromáticos siempre funcionen.
No todo es blanco o negro
Vestir todo de blanco o de negro suele ser algo bastante frecuente porque da muy buen resultado, pero no caemos en la cuenta que optar por otros colores para vestirlos de pies a cabeza es igual de efectivo. Elegir un tono neutro como un beige o un verde militar será una solución genial para cuando se busque la discreción más absoluta. En cambio, para quienes no tengan miedo a asumir ciertos riesgos hay alternativas mucho más alegres que sirven como un perfecto chute de energía a quien las lleva. En ambos casos la imagen resultante es de lo más poderosa.
Juego de tonalidades
A la hora de confeccionar un conjunto monocromático hay dos opciones. La primera es elegir prendas y complementos del mismo color exacto para evitar distracciones; y, la segunda, jugar con toda la gama de tonos. Mezclar distintas intensidades es más complejo pero al mismo tiempo suele dar lugar a resultados mucho más interesantes por lo que merece la pena hacer la prueba.
Si quieres ideas que realmente sean efectivas en este sentido, fíjate en Ryan Gosling. El intérprete suele optar por el ‘total look’ casi milimétrico pero a veces no duda en combinar una camisa ligeramente más clara que el traje para así añadir profundidad al conjunto y no puede sentarle mejor.
El contraste
Un último truco que podemos aplicar a la hora de llevar un estilismo de un solo color es que el contraste a veces es necesario. Si crees que la mezcla es demasiado plana o no termina de ser favorecedora, prueba a combinar distintas texturas. Recurrir al mix de tejidos es un máxima que siguen los que más saben de moda y que siempre funciona.