Horas, minutos y segundos. Algo tan sencillo, pero no tanto si lo que se busca es explorar límites cronométricos. Y esto es lo que hace la última versión del Escale de Louis Vuitton, que además cumple una década en la oferta de la firma. Lo hace a través de cuatro modelos, dos en oro y dos en platino –en los que también entran los diamantes–, y el histórico savoir-faire de la firma en la fabricación de baúles es el punto de encuentro del nuevo Escale. Así, las asas hacen alusión a los icónicos baúles, simulando la forma angulosa y el exterior remachado con esquinas de latón.
Estos refuerzos de latón se reflejan en la esfera, que ha sido reinterpretada. Los índices angulosos se han ejecutado en oro pulido y se aplican a mano en cada cuarto. El minutero está salpicado de tachuelas doradas para evocar las uñas del lozine que recorre el exterior de un baúl Louis Vuitton. Un acabado cepillado y una sutil curvatura cóncava son los toques finales para aportar una textura visual y, por supuesto, una legibilidad excepcional.
La creación de una esfera tan rica en detalles no es tarea fácil. La punta del segundero de todos los modelos Escale tiene una forma que sigue la curvatura de la esfera, minimizando cualquier posibilidad de error y permitiendo leer los segundos con gran precisión. Esta cualidad está apoyada en el calibre de cronómetro certificado LFT023, cuya reserva de marcha de 50 horas está garantizada mediante varias soluciones eficientes, como por ejemplo la elaboración del segundero en titanio, en lugar de oro. Se desarrollaron herramientas especiales para superar la alta elasticidad del titanio, lo que da como resultado un segundero perfectamente curvado, posteriormente tratado con PVD para combinar con las agujas doradas de las horas y los minutos.
La nueva textura de la esfera, apreciable en los modelos de oro rosa -en todas las versiones, el diámetro es de 39 mm–, es una referencia directa a la superficie granulada del Monogram de Louis Vuitton. Se desarrollaron y perfeccionaron sellos de esfera personalizados a lo largo de varios ensayos de materiales para transmitir la flexibilidad y el tacto del lienzo en una esfera de metal. Las reinterpretadas agujas del Escale se muestran suavemente afiladas; su forma evoca la intrincada naturaleza del oficio artesanal de la Maison, con líneas precisas y facetas pulidas que reflejan el rigor y la disciplina de sus maestros artesanos. El Escale en oro rosa con esfera plateada se completa con una correa en piel de becerro, inspirada por la marroquinería de Louis Vuitton, y en concreto del cuero Nomade, un cuero natural introducido en 1999. La correa adquirirá una hermosa pátina con el tiempo sin perder un ápice de la comodidad. Se remata con unas finas costuras amarillas, que recuerdan a los artículos de cuero clásicos de Louis Vuitton.
Mientras, en las versiones de platino del nuevo Escale el engaste de gemas elevan la colección. Un modelo presenta una esfera de meteorito, cuidadosamente seleccionada para resaltar las texturas en contraste y los tonos minerales naturales de este material de otro mundo. Otro modelo une el brillo de una esfera central de ónix con la geometría del bisel y una caja engastados con diamantes talla baguette. Ambos modelos lucen agujas e índices en oro blanco.
Cada nuevo reloj Escale se presenta con un número de serie grabado en un fino cartucho de oro, en contraste remachado con la periferia del fondo transparente, una alusión a las placas de número de serie grabadas que identifican cada baúl Louis Vuitton. Y como en todo el proceso de cada componente, se ejecuta a mano.
El equilibrio es clave, incluso en el reverso, con un fondo de cristal zafiro que revela el calibre LFT023. Presentado por primera vez en los Tambour 2023, es el primer movimiento automático de tres agujas patentado por la firma. Diseñado en La Fabrique du Temps Louis Vuitton, muestra una estética muy actual que enfatiza la visión que tienen en la casa de la relojería, que se manifiesta en detalles como que el barrilete y el micro rotor de 22 quilates han sido decorados con motivos Louis Vuitton.
El rendimiento cronométrico es uno de los destalles distintivos del calibre LFT023; por eso, cada ejemplar ha sido certificado por el Observatorio de Ginebra como cronómetro suizo de alta precisión. Y por si queda alguna duda de su procedencia, en la base de la esfera aparece la frase “FAB. EN SUISSE”. Lo que Louis Vuitton deja claro en estos nuevos Escale es que cada uno de ellos es una invitación a emprender un viaje por el universo artesanal de la Maison. Un ejercicio, una vez más, de la capacidad que tienen sus artesanos de dominar el tiempo y su belleza.