A Robbie Williams hasta ahora le conocíamos como cantante, primero como integrante de la mediática boyband Take that que triunfó en la década de los 90 y después por una carrera solitario en la que figuran grandes éxitos como Feel, Angels o Rock Dj. Lo que muchos no sabían aún sobre este británico de 50 años es que lleva media vida pintando.
El polifacético artista presentó hace unos meses en Amsterdam su trabajo y en vista de la buena acogida –la exposición Pride and self-prejudice tuvo más de 100.000 visitantes– se ha animado a hacerlo ahora en Barcelona, donde el Moco Museum ha decidido apostar por él. «No me puedo creer que exhiban mi arte. Estoy sonriendo en mi corazón«, ha dicho Williams durante la inauguración de esta muestra que estará abierta al público hasta el próximo 20 de noviembre.
Confessions of a crowded mind es el título de esta exhibición que cuenta en total con 17 obras de arte propias inéditas en las que Robbie Williams aborda temas como la salud mental, ya que en ellas reconoce ha logrado «transformar miedos y ansiedades en creatividad» porque pintar se ha convertido en su mejor vía de escape.
El artista, quien dice tener como referentes a Banksy, David Shrigley o Damien Hirst, reflexiona a través de la pintura en ese complicado diálogo entre la cabeza y el corazón cuando los pensamientos intrusivos y las emociones pesadas quedan atrapados en nuestro interior y se hacen fuertes.
Me gusta la gente pero me cansan mucho, mucho o La vida es un momento largo e incómodo son los reveladores títulos que le ha dado a dos de sus cuadros en los que cuenta el propio Williams trata de alentar a las personas «a aceptarse a sí mismas y expresar su verdad».
En la presentación de sus obras en Barcelona, Robbie Williams ha reconocido que espera una calurosa recepción de su arte en esta primera incursión en España porque «la audiencia mejor de toda mi última gira fue la de esta ciudad» y para él la capital catalana es «una ciudad viva y llena de cultura y de arte, mires donde mires».