El tiempo ha estado siempre presente en la vida de Jacky Ickx. O mejor sería afirmar que lo ha acompañado en su carrera de piloto, donde “luchas contra el reloj sin parar. Ese es el único árbitro y juez: el tiempo que corre. La única forma de marcar la diferencia es ganar. Hoy en día, son milisegundos, primero fueron segundos y después llegamos a las décimas de segundo. El único objetivo es el que marca el reloj y no engaña en absoluto. Sí, de alguna manera es una batalla contra el reloj”.
Ickx ha llegado a los 80 años, pero nadie lo diría, se mantiene en una excelente forma como muestra, por ejemplo, su participación en la Mille Miglia, donde comparte vehículo con Karl-Friedrich Scheufele, copresidente de Chopard –marca que además patrocina esta carrera mítica de coches clásicos–, y con quien le une una larga amistad. En realidad, con toda la familia. “Nos encontramos con Karl una vez y funcionó, aunque eso fue hace mucho tiempo. Llevamos 37 o 38 años, pero probablemente es la relación más larga con una marca”. Ickx, a continuación, hace una reflexión: “No sé, creo que lo que debes entender es la diferencia entre Chopard y otras marcas, y es que es una familia. Además, Chopard tiene esa forma de ser que hace que los pensamientos sean mucho más humanos. Es la filosofía y la manera en que ves tu negocio, y también la forma en que tratas a los demás. El éxito viene de las personas; es un aspecto humano. Cuando produces relojes, necesitas la visión de otros… y aunque no los conozcas personalmente son parte de la familia. El éxito de Chopard no es solo el liderazgo de tres generaciones, es que estás rodeado de personas con talento que están felices con lo que hacen”.
Y el considerado como Monsieur Le Mans, expresa con ese típico humor inglés, “pero sí, cuando están de buen humor dicen que soy parte de la familia. Y es cierto. Yo digo que el buen humor es para el trabajo, pero si seguimos adelante juntos es porque tenemos una visión común sobre muchos aspectos de la vida. Es confianza”. Confianza convertida en fuerte amistad forjada “lentamente, donde hemos crecido juntos y construido esa sólida relación. Además del hecho de que éramos aficionados al mismo coche, las mismas cosas, los mismos relojes”.
Hay un elemento en el que Jacky Ickx incide y es el del equipo. “No hay duda que si Chopard tiene tal reputación como marca es por el liderazgo, pero eso no sería posible sin las personas que son parte de la compañía. No hay misterio; la suerte no existe en este tipo de cosas, y esa es la generalidad en la vida. Es mi filosofía y pienso en las personas que hicieron de mí lo que soy, porque solo no eres nadie”.
Y la conversación recupera la figura de Karl-Friedrich Scheufele: “Lo más interesante es que construyes una amistad que perdura con el tiempo. Y eso es algo increíble porque no lo esperas”. Se habla también de coches y el gusto del copresidente de Chopard, “al que le gustan los coches clásicos. Pero en realidad, todo lo que toca, le interesa. Es una persona curiosa. Y eso es algo que tenemos en común”.
La pregunta no por obvia es menos pertinente, y cuando se le interpela a Ickx por su visión del reloj ideal, reconoce que para él “es aquel que te da la hora exacta, sobre todo si eres alguien que es preciso en sus citas… Pero está claro que el reloj te da una indicación, y también es una cuestión de educación. Yo soy de los que llegan demasiado pronto, porque sé lo importante que es regirse por la precisión. Solo hay 24 horas y la mejor manera de utilizarlas es ser puntual”.
