El pasado viernes 27 de septiembre, los Reyes de España organizaban una visita de carácter privado y familiar a Galicia. El emérito don Juan Carlos había aterrizado en Sanxenxo hacía tres días para participar en su regata y aprovechó su estancia para ver a su hijo. Al encuentro se añadió la princesa Leonor, que actualmente se encuentra en Marín completando su formación castrense como guardamarina en la Escuela Naval Militar.
Desde Zarzuela aseguraron que los Reyes habían viajado hasta Galicia para celebrar los 40 años de la jura de bandera de la promoción de la Armada del Rey con una cena privada. Don Felipe y doña Letizia se desplazaron hasta el restaurante O Peirao de Combarro, donde compartieron velada con compañeros del actual monarca, con quienes parece que no ha perdido el contacto.
La cena y el paseo posterior
Allí pudieron degustar productos tradicionales gallegos, desde pulpo hasta sardinas y empanadas, el tipo de comida que prima en el menú de este restaurante. Además de celebrar el 40 aniversario de la jura de bandera, el día coincidía con el 50 aniversario del propio restaurante. Aunque para la reina ha sido la primera vez, el rey ya había estado allí en otras tres ocasiones.
Los monarcas han sido vistos paseando por el casco antiguo de Combarro, los dos con unos looks muy casual y protegidos de la fría noche gallega. Felipe VI llevaba unos pantalones vaqueros oscuros, camisa de cuadros y americana y zapatos marrones; mientras que Letizia Ortiz vestía unos pantalones negros a juego con los mocasines, gabardina y pañuelo para cuidar su garganta.
El pueblo, favorito del Rey y de los turistas
Este pueblo marinero gallego destaca por sus míticos hórreos junto al mar, un elementos histórico que data de una época muy extensa, comprendida entre los siglos XVIII y XX. Se ubica en la ría de Pontevedra y está muy próximo a esta ciudad, por lo que, en los últimos años, se ha convertido en uno de los lugares preferidos por los turistas.
Desde 1972 es considerado Conjunto Histórico-Artístico y Pintoresco por varios motivos, entre ellos su gastronomía y arquitectura. Los elementos más llamativos, los hórreos, resultan auténticas señas de identidad de toda Galicia. No hay uno que se parezca a otro y, aunque hoy queden preciosos en las fotografías, antiguamente se utilizaban para guardar el maíz, los cereales y otros alimentos, y se construían elevados del suelo para evitar que entraran los ratones.
El rey Felipe VI guarda muy buen recuerdo de Galicia y, por lo que parece, también de Combarro y su restaurante O Peirao, desde donde aseguran sentirse muy a gusto con las visitas del monarca, así como de su esposa, a quien acaban de conocer pero a quien definen como «muy agradable».