Durante los últimos treinta años, el rostro de Kate Moss se ha convertido en un icono de la moda y la cultura contemporáneas. A principios de los noventa era la personificación de la estética grunge, delgaducha y mucho menos despampanante que sus predecesoras (y amigas), el club de Naomi, Linda, Christy o Cindy.Kate, con sus imperfecciones, resultaba más fresca, más creíble, más terrenal. Pero tanto bajo los focos del estudio como en la pasarela, parecía que su rostro atrapara la luz, no podías dejar de mirarla. Su magnetismo influyó a toda una generación de diseñadores, fotógrafos, editores de moda y modelos, y de alguna manera transformó el sector de la moda. Fue musa de creadores como Alexander McQueen y John Galliano. Y cuando intentaron fastidiarle la vida tomando unas fotos robadas esnifando cocaína, Kate salió victoriosa, indemne, siendo, la temporada siguiente, el rostro publicitario de todas las marcas importantes. Cuando se abría una revista, ella era la imagen de casi la totalidad de los anuncios.En este libro, sin embargo, descubrimos a una Kate Moss muy muy joven, antes de que alcanzara la fama. El fotógrafo Mario Sorrenti aporta un breve texto introductorio en el que explica cómo se conocieron cuando ella estaba trabajando de modelo en Londres en 1991. “Recuerdo que me senté a su lado y pensé que se me iba parar el corazón; su belleza me abrumó”.
Ambos se enamoraron y pasaron dos años juntos, viajando y colaborando en sesiones fotográficas. Moss se convirtió literalmente en su musa —al estilo de una larga serie de relaciones artista-musa como Alfred Stieglitz y Georgia O’Keeffe, Irving Penn y Lisa Fonssagrives o Robert Mapplethorpe y Patti Smith— y captó momentos íntimos en viajes, en la playa o en su casa de Londres. Tanto que, en alguna ocasión, Kate ha declarado el fastidio que suponía para ella que su novio estuviera todo rato cámara en mano, en lugar de vivir el momento sin lentes de por medio.Esta colección de imágenes es algo más que un álbum privado: se convirtió en la plataforma para el gran salto profesional de Moss. En 1993, Calvin Klein quedó tan impresionado con los diarios de Sorrenti que las fotografías fueron la referencia para la famosa campaña del perfume ‘Obsession’, lo cual supuso un momento transformador en la carrera de ambos.
‘Kate’ se presenta en un elegante estuche de tela gris con hermosas reproducciones tritono. Phaidon publicará también una edición limitada del libro que incluye una fotografía de Moss firmada y realizada por Sorrenti.
Publicado 25 años después del momento en que se conocieron, ‘Kate’ es un homenaje a los comienzos de dos carreras y al poder del retrato. Este libro compone una preciosa colección de imágenes íntimas, llenas de frescura y espontaneidad de un icono contemporáneo. Un libro de referencia no solo para fans de Kate Moss, sino también para fotógrafos, devotos de la moda y coleccionistas de fotografía. La puesta en página y diseño del libro es obra Dennis Freedman, director creativo y fundador de W magazine, que ha editado el libro en colaboración con Mario Sorrenti.Se presenta en tapa dura, con estuche, y se compone de 120 páginas, entre las cuales hay 50 imágenes tritono. Mide 308mm x 229mm. Precio 85€. Y al mismo tiempo, una edición limitada del libro que incluye una fotografía en gelatina de plata, realizada por Mario Sorrenti, firmada y numerada por el artista. Edición de 100 ejemplares + 10 AP, al precio de 800€. Tamaño: 279mm x 228 mmMario Sorrenti ha publicado en revistas de moda como ‘Vogue’,’i-D’, ‘W’ y ‘Harper’s Bazaar’. Ha expuesto internacionalmente en museos que incluyen el MoMA PS1, el Victoria & Albert Museum y la National Portrait Gallery de Londres. Ha realizado campañas publicitarias para marcas como Calvin Klein, Dior, Lancôme, Tom Ford y Saint Laurent, entre otras. Vive en Nueva York.Dennis Freedman fue director creativo de la revista ‘W’ durante casi 20 años e innovó en la creación de imágenes de moda a través de colaboraciones con artistas y fotógrafos como John Baldessari, Roni Horn, Philip-Lorca diCorcia, Steven Klein e Inez & Vinoodh. Tras su paso por ’W’, fue director creativo de Barneys New York, y en 2017 fundó el Dennis Freeman Studio para ofrecer dirección creativa a firmas de moda y medios de comunicación.
