Repasar el curriculum de Steven Spielberg significa toparse con una inabarcable cantidad de títulos emblemáticos de la historia del cine como Tiburón, Parque Jurásico, E.T., La lista de Schindler, Indiana Jones o Los Goonies. Sus 36 películas han sabido combinar profundidad creativa con carácter comercial, lo que le ha convertido a él en uno de los directores más famosos de todos los tiempos.
Es por eso que no sorprenda que el periodista cinematográfico Ian Nathan haya decidido recorrer en un libro la monumental trayectoria de este cineasta al tiempo que trata de descifrar su enigmática personalidad. «Para entender su trabajo debemos ver más allá de la superficie de sus narraciones y comprender de dónde vienen sus fuentes de inspiración, sus interpretaciones llenas de matices y las temáticas recurrentes de su filmografía», explican desde Libros Cúpula, editorial detrás de este volumen que sale a la venta el 13 de noviembre.
A sus 77 años, el estadounidense es la encarnación del ideal de Hollywood porque es capaz de unir arte y negocio, o lo que es lo mismo, el potencial comercial del cine con todas sus posibilidades creativas. Es capaz de contar historias extraordinarias a través de protagonistas humanos en los que la vulnerabilidad es evidente. De hecho, esto es lo que según el autor de este libro forma parte de lo que él llama «toque Spielberg» que le da a todas sus películas.
Ian Nathan recopila en este texto determinados detalles que incluyen sus películas que hacen que identifiquemos quién está detrás de ellas sin necesidad de ver los créditos. Uno es ese afán por convertir en héroes a personas corrientes –véanse Neary, de Encuentros en la tercera fase que es electricista del Medio Oeste y el capitán Miller, de Salvar al soldado Ryan, que es profesor de colegio–, otro es su empeño a retratar familias atípicas como recuerdos de su propia infancia, su gusto por los planos en el retrovisor o su fascinación por las luces celestiales y las estrellas fugaces. Son elementos personales de un cine que ha sido capaz de llegar a millones de personas en todo el mundo gracias, según el autor del libro, a las muchas aristas de trabajo: «el alcance de David Lean y John Ford combinado con la emoción de Alfred Hitchcock, el detallismo de Stanley Kubrick, el corazón de Walt Disney y el naturalismo de François Truffaut».
«Definir, apreciar, contextualizar y entender las películas de Spielberg es una tarea ardua. Su simplicidad es engañosa. Tienes que apartar el brillo, la admiración y la pura felicidad que sientes cuando te abrazan para llegar a su esencia. Hay que buscar sus fuentes de inspiración, descubrir que por sus venas corre la sangre del viejo Hollywood», apunta Ian Nathan.
El hombre detrás de la celebridad
Cuenta en este libro Ian Nathan que Spielberg es un artista intransigente movido por sus impulsos personales y asolado por las dudas. «Muchas de las concepciones que tenemos sobre Spielberg son terriblemente erróneas. El director que te hace pasar un buen rato, que reparte felicidad como Papá Noel. El gran sentimentaloide. ¿Has visto alguna de sus películas? Es mucho más oscuro de lo que queremos creer y, a menudo, es esa oscuridad lo que nos conmueve», afirma el periodista.
El director se ha construido una fachada enigmática en la que, sorprendentemente, su vida y su obra están entrelazadas. Y no lo decimos solo por Los Fabelman, la cinta en la que cuenta parte de su historia personal y profesional, sino en la cantidad de tintes autobiográficos que tienen sus obras. Un recorrido que el experto cinematográfico detrás de este libro analiza a través de la trayectoria de Spielberg para desvelar las múltiples capas de su extraordinaria filmografía.