Algunos conceptos, por manidos en los últimos tiempos, corren el riesgo de perder significado. Baya Estudio es, efectivamente, una consultoría 360º en el sector del hospitality de lujo. Pero tenemos una forma más clara de explicar lo que hacen: si quiere usted abrir un restaurante de alta gastronomía –o un hotel de alta gama– o el que tiene en marcha no acaba de funcionar, acuda a ellas, entre otras razones, porque se marcarán como objetivo prioritario e irrenunciable el mismo que usted: la rentabilidad del negocio. Y saben cómo lograrlo.
Ellas son Ángela Royo (Pamplona, 1992) y Lydia Ibáñez (Horragate, Inglaterra, 2001). En su primer conversación, mientras estudiaban Grado de Liderazgo Emprendedor e Innovación, surgió un interés común, el de la alta gastronomía, que desembocó a su vez en un ambicioso proyecto universitario para analizar su situación y problemática. Hasta a 90 restaurantes con estrella Michelin preguntaron para concluir que el principal hándicap al que se enfrentaban era el del personal: la media de permanencia no superaba los ocho meses. Nació así Baya Talent, dedicada precisamente a eso: a encontrar profesionales de alta gastronomía para los restaurantes de primer nivel, a unir el perfil ideal con establecimiento adecuado, favoreciendo una fidelidad que, ambas están convencidas, tiene consecuencias directas y positivas en la experiencia del cliente. Algunos de los contactados para ese estudio se convirtieron en sus primeros clientes, en trabajos que las llevaron a países como Corea, Alemania o Estados Unidos para conseguir ese match perfecto.
Pero aquello creció, hasta convertirse en Baya Estudio, una consultoría integral que abarca no solo la captación de talento, también aspectos como la estrategia empresarial, la definición del concepto, las finanzas, la creación de experiencias e incluso el diseño y la arquitectura. Para negocios que parten de cero o para quien necesita darle una vuelta al suyo, el objetivo no varía: “La base es conseguir crear un modelo de negocio rentable y diferencial sostenible en el tiempo a largo plazo”.
Vaya por delante que Royo e Ibáñez no son unas gurús que teorizan con grandilocuentes discursos. Son, ellas mismas lo reconocen, unas “friquis de las métricas y los datos”, de forma que si el negocio en el que intervienen ya está en marcha, lo primero que harán será una exhaustiva auditoría que vaya más allá de los números; y si es de los que empiezan, abrumarán al cliente con números y estadísticas esclarecedores sobre el camino emprendido. Por ejemplo, para demostrar la importancia de fidelizar al cliente, “que es siete veces más barato que captar un nuevo”.
La lista de clientes engrosa un currículum impecable: desde ABAC, Ugo Chan, Sacha, La Tasquería o Basqoat en España hasta Relais & Châteaux Abbaye de la Brusiere (Francia), Natura (Finlandia), Vértigo (Singapur) o Bay (Suiza). “El futuro pasa por profesionalizar el restaurante, sobre todo en España; ya que somos líderes en innovación gastronómica, debemos ser líderes también en ese siguiente paso que consiste en hacer restaurantes de alta gastronomía rentables”, y eso es incompatible con un modelo que, por unos 300 euros, moviliza a decenas de trabajadores para servir un menú que mantiene al comensal pegado a la mesa tres o cuatro horas. De nuevo, no solo palabras: Baya Estudio ha creado un listado de 120 puntos claves necesarios para garantizar esa sostenibilidad.