Hace tiempo que en el mundo del lujo en general y en la relojería en particular se habla permanentemente de ofrecer experiencias exclusivas, diferenciales. Esto es lo que precisamente se puede encontrar en Art in Time, el último proyecto impulsado por Karl-Friedrich Scheufele y que reúne a ocho grandes marcas relojeras que comparten una serie de valores, entre los que se encuentran la independencia, la originalidad y la artesanía.
Scheufele, copresidente de Chopard, lanzó hace tres años Chronométrie Ferdinand Berthoud, una marca convertida en una alabanza a la relojería mecánica tradicional e innovadora. Empezó entonces a dar vueltas a una idea que ha desembocado en Art in Time, convertido en un concepto único de alta relojería. No es una joyería, ni tampoco una boutique; es como si el cliente accediera a una galería de arte, en este caso relojero, que reúne una serie de marcas nicho.
Como expresa Karl-Friedrich Scheufele, “los valores de Chronométrie Ferdinand Berthoud, como los de Chopard están arraigados en el respeto por la Alta Relojería; como guardianes de su herencia, nuestro objetivo es promover sus valores. Las marcas en Art in Time están motivadas por las mismas convicciones profundas cada una a su manera reconocible”.
La nómina reúne nombres de primer nivel. Además de las mencionadas, han apostado por esta experiencia Greubel Forsey, L’Epée, MB&F, Ressence, Florian Schlumpf y Urwerk. Uno de los detalles de esta ‘exposición’ de alta relojería es que solo unas excepcionales piezas estarán expuestas en un entorno de marcado minimalismo.
Ubicada en el nuevo complejo One Monte Carlo de Mónaco, cerca del mítico Hotel de Paris, los nombres y logos de las marcas se ffunden en un entorno desprovisto de mobiliario innecesario, para asegurar que las piezas son el centro de atención. Un espacio donde los coleccionistas sentirán y podrán experimentar una auténtica experiencia… la de ver reunida en un mismo lugar piezas de excepción.