¿Quién no conoce a Jesús Álvarez? Su rostro, con ese permanente gesto amable, y su carisma ante la cámara, han traspasado la pantalla del televisor para convertirse en un miembro más de ese momento de la información que habitualmente se disfruta en familia.
Con una dilatada carrera, toda desarrollada en la televisión pública, y testigo destacado de los grandes acontecimientos deportivos de la historia de los últimos 40 años, es uno de los profesionales más admirados del periodismo y también uno de los más discretos.
Salvo cuando habla de una de sus grandes pasiones, la relojería. Y precisamente una de sus marcas fetiche, Breitling, es actualidad porque ese feeling especial se ha concretado en una declaración de intenciones, con su conversión en amigo de la marca y también con la presencia en su muñeca de un Breitling Cockpit Night Mission Special Edition.
Una pieza que se amolda a la perfección a su forma de entender la vida: “Como amante de los deportes de adrenalina, la aviación ha sido siempre una pasión para mí. Además, siento absoluta devoción por el mundo de la relojería llegando incluso a escribir a nivel divulgativo sobre ella. Me siento muy privilegiado de formar parte de la ‘tripulación’ Breitling”.
Efectivamente, la relación de Breitling con la aeronáutica es tan estrecha como fructífera, y este Cockpit es un excelente ejemplo de ello. Con su calibre manufactura B50 SuperQuartzTM termocompensado (exclusivo de la marca), de gran precisión –cuenta con certificado oficial de cronómetro– llama poderosamente la atención por su imponente aspecto, el que le da su caja de 46 mm realizada en titanio, que se acompaña de una esfera donde se puede optar por el intenso negro Volcano, el azul Air Force o el gris Titanium.