El nombre elegido por Chopard para iniciar el tránsito de esta colección era ya una declaración de intenciones. La naturaleza era y es su inspiración, y en este compromiso nace ahora una nueva propuesta que incide sobre el color de la misma, un inédito color verde pino que por primera vez ocupa la esfera del Alpine Eagle; texturizada, como marca toda la línea, ha sido diseñada evocando el ojo del águila. Es lo que tienen en común los dos nuevos modelos de 41 milímetros de diámetro, uno declinado en Lucent Steel A223, el acero ultrarresistente y exclusivo de Chopard, y otro en oro ético rosa. Hay un dato más, una parte de los beneficios de las ventas de ambas creaciones se entregará a la Fundación Alpine Eagle. Un proyecto impulsado por Karl-Friedrich Scheufele (copresidente de Chopard) al mismo tiempo que nacía la colección y que apoyado en varios especialistas y enamorados de los Alpes, como el cetrero Jacques-Olivier Travers (creador del Parque Aigles du Léman) y Ronald Menzel (director de la ONG Freedom, para la protección de las aves de presa) tiene por fin sensibilizar, movilizar y actuar en favor del conjunto del macizo alpino y de la vida que este alberga. De hecho, el proyecto inicial estaba centrado en la reintroducción del pigargo europeo en las llanuras del Lago Lemán.
Lujo sostenible
Estas actuaciones encajan a la perfección en el perfil del ADN de esta colección –y por extensión en Chopard– que fomenta el lujo sostenible. Desde el lanzamiento en 2019, Alpine Eagle ha llamado la atención por los materiales elegidos en su creación. Y estas nuevas propuestas inciden en ello. La caja Large de 41 milímetros se ofrece en una primera versión acero Lucent A223. De acuerdo con la iniciativa ética implementada por la manufactura, este metal está formado por un 70% de material reciclado. Ofrece además propiedades comparables a las del acero quirúrgico, lo que lo hace altamente dermocompatible. Con una resistencia de 223 Vickers, esta aleación es un 50% más resistente a la abrasión que los aceros clásicos y es más duro y puro.
Cuando nos referimos al oro rosa ético de la segunda versión, hay que recordar que no es otra cosa que la consecuencia del impulso dado por la casa en julio de 2018, fecha desde la cual el origen de todas las creaciones de relojería y joyería tienen un origen ético. Al contar, además, con su propio taller de fundición de metales preciosos desde hace varias décadas, Chopard está en condiciones de controlar su cadena de valor y ofrecer productos que reflejen un mundo más racional.
Y cuando llegamos al apartado mecánico, hay que hablar de otro término que destaca sobremanera en Chopard: la precisión. Por eso, el calibre automático Chopard 01.01-C que da vida a los Alpine Eagle y que se desarrolla en sus talleres de relojería, cuenta con el certificado de cronómetro del Control Oficial Suizo de Cronometría (COSC). La mención Chronometer situada en la esfera es un recordatorio de los valores que atesora un movimiento que, por otro lado, ofrece 60 horas de reserva de marcha. Con el objetivo de cumplir con los más altos estándares de precisión, el calibre cuenta además con la función de parada de segundos, que permite al usuario ajustar la hora de forma exacta.
Volviendo a la esfera, decir que las indicaciones de horas, minutos y segundos ofrecen un contraste elegante y sumamente legible sobre el fondo verde pino gracias a los índices rodiados o dorados –según sea el acabado de la caja– y el tratamiento Super-LumiNova® Grado X1 de las agujas para permitir una visualización óptima, incluso en la oscuridad. La fecha se indica en un disco verde, a juego con la esfera, emplazado a las 4.30 horas.
Un nuevo tamaño
Otra de las novedades de la colección Alpine Eagle tiene como destino a la mujer, y lo hace con la introducción de un nuevo diámetro, en este caso de 33 mm, y con tres distintas opciones de material: Lucent Steel A223, oro ético rosa y en una versión bicolor en la que se combinan ambos metales. Todos ellos son sumergibles a 50 metros de profundidad. Las variantes acabadas en Lucent Steel A223 y en bicolor proponen un bisel con o sin engaste de diamantes, mientras que los dos modelos de oro ético rosa están adornados siempre con diamantes. Bien solo en el bisel o con el añadido de los índices y los eslabones centrales del brazalete.
Cada una de las seis referencias se combinan con colores en los que la naturaleza vuelve a ser la única protagonista. Así, el azul Aletsch, que evoca los tonos azulados del glaciar más grande de los Alpes suizos, acompaña a las versiones de Lucent Steel A223; el Gris Bernina, cuyo nombre se ha elegido por la roca de la cadena montañosa del mismo nombre, se halla en las variantes bicolor. Por lo que respecta a las cajas de oro rosa ético con bisel engastado con diamantes, la esfera se torna gris de Vals, que rememora los reflejos plateados de las losas de cuarcita extraída del cantón de los Grisones y que cubre los tejados de Vals. Para acabar, el reloj de oro rosa con esfera, bisel y brazalete engastados con diamantes opta por una esfera de color Alba Rosada, que recuerda el tono de las cumbres de las montañas bajo la primera luz del sol al amanecer. Por lo que respecta a la parte mecánica, esta nueva creación monta el calibre 09.01-C, que ofrece una autonomía de 42 horas.