La unión entre las marcas de relojes y los coches es un clásico. Desde aquellas primeras carreras en que los guardatiempos ejercían de cronógrafos e iban insertados en los salpicaderos hasta la época actual, en la que numerosas firmas ejercen de partners de bólidos de todo tipo y potencia.
Dentro de este ecosistema colaborativo, Carl F. Bucherer lleva diez años trabajando con la empresa automovilística suiza Rinspeed en busca del coche del futuro. La unión ha dado sus frutos: el visionario prototipo Rinspeed, un concept car eléctrico de dos plazas que, por su tamaño, es evidente que está concebido para culebrear por las calles de la ciudad y, claro, no contaminar.
El Oasis parece una pequeña nave espacial, con esa ergonomía vanguardista, esas amplias superficies acristaladas (para poder vislumbrar bien… el futuro) y las ruedas delanteras decoradas. Aun hay más: el parabrisas hace las veces de pantalla de realidad virtual y aumentada. El interior más bien semeja el salón de casa, con dos sillones, aparador, televisión y una zona verde en el salpicadero que sirve para cultivar plantas. Ecológico hasta decir basta.
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Juan Parra
En el volante es donde se manifiesta el otro socio, Carl. F. Bucherer: integrado en él, la energía del propio coche alimenta la cuerda del nuevo Manero Flyback, un cronógrafo automático que permite medir distintos intervalos consecutivos de tiempo, y que se presentará al mundo en la próxima feria Baselworld (finales de marzo).