En lo que a tapas se refiere Cuenca es una ciudad que sabe lo que se hace. La zona preferida por los jóvenes es la céntrica y peatonal Calle San Francisco, situada en la parte nueva de la ciudad, la República Argentina y Calle Colón, la zona de la Estación y la «U» y la zona de Villa Román. Para quienes prefieren un ambiente más castizo nada como moverse por el Casco Antiguo y los aledaños de la Plaza Mayor.
Comenzamos la Ruta con un clásico destacado en todas las guías de viaje, La Bodeguilla de Basilio (C/ Fray Luis de León, 3). Su decoración rústica y sobre todo, sus generosas tapas de patatas a lo pobre con huevos de corral o chuletillas de lechal asadas con sarmiento y romero, lo convierten en el sitio más concurrido de la parte nueva y quizá de toda la ciudad. Los precios de las consumiciones son algo más elevadas que en otros locales pero no tanto como para dejar de ser de obligada visita.
Junto a la calle Colón encontramos El Timbal (C/Princesa Zaida, 13), donde es obligado probar uno de sus famosos timbales: montañas de patatas fritas con huevos y jamón. En la Avda. Repúbica Argentina hacemos dos paradas, en el número 5 para entrar en el Boni-Bol, una cervecería salsería donde se puede cenar a horas intempestivas en un ambiente juvenil y con precios económicos. Y en el número 16, Coffee Soho Lounge, un local moderno con alta cocina a buen precio donde destacan sus setas al roquefort.
Si nuestra escapada la hacemos en tren o autobús, el sitio perfecto para comer será la Cervecería Barbacoa Heidelberg (C/ Mariano Catalina, 1). Situada a pocos metros de ambas estaciones es un lugar perfecto para tapear o disfrutar de la mejor carne a la parrilla acompañada por patatas asadas. Raciones generosas a precios que sacan la sonrisa y una amplia oferta de platos sin gluten para que los celíacos disfruten como el que más.
En la Avda. Reyes Católicos 15, frente a la plaza de Toros, encontramos el Bar Pelusa, perfecto para quienes disfrutan de una caña bien tirada para acompañar las tapas o sus numerosos pinchos. Pero si las tapas saben a poco y nos atrevemos con la contundente cocina conquense en su totalidad, una buena opción es andar unos metros hasta el número 20 de la calle y entrar en el Mesón El Tormo. Además de tapearse muy bien, se puede disfrutar de la mejor carne, chorizos y morcillas cocinadas ante nosotros en su parrilla o de platos tradicionales como el morteruelo o el ajoarriero sin dañar el bolsillo y cerrando la jornada con excelentes postres caseros. O en La Ponderosa (c/ San Francisco, 20) si contamos con un presupuesto algo más holgado para disfrutar de platos tradicionales y raciones variadas acompañadas de buen vino.
Y así podríamos enumerar decenas de sitios más porque en Cuenca se tapea bien en casi todos sus bares. Lo mejor es acercarse a comprobarlo uno mismo y que cada uno complete esta lista con los que más le hayan gustado. Nosotros sólo tentamos… vosotros lo disfrutáis.