Poeta, pintor, crítico, novelista y autor de una de las correspondencias epistolares más ricas de su tiempo, Max Jacob es considerado una de las figuras más relevantes de la modernidad pictórica y literaria de la primera mitad del siglo XX. Ahora el Museo de Arte Moderno de Céret, en Francia, rinde homenaje al artista con una extensa exposición en el 80 aniversario de su muerte.
Bajo el nombre de Max Jacob, el cubismo poético, incluye más de 120 piezas reuniendo la obra de Max Jacob y sus contemporáneos, desde Pablo Picasso hasta Juan Gris, pasando por Manolo, Jean Metzinger, Marie Laurencin, Jean Cocteau, Marie Vassilieff, Alice Halicka, Serge Férat e incluso la baronesa de Oettingen. Especialmente se centra en la amistad entre Jacob y Picasso, mostrando cómo influyeron el uno en la obra del otro.
Y es que Max Jacob fue uno de los primeros valedores de Pablo Picasso cuando el pintor malagueño llegó a París en 1901. Fue testigo privilegiado del nacimiento del cubismo en 1907, participando más tarde en el Cubismo sintético. En el efervescente Céret de 1913 y junto a otros artistas como Eva Gouel, Pablo Picasso o Manolo, Max Jacob creó un excepcional conjunto de dibujos y gouaches que reflejan sus experimentos cubistas.
Max Jacob y Picasso, grandes exponentes del cubismo
Todo ello está presente en esta amplia muestra comisariada por Jean-Roch Dumont Saint Priest, director del museo, y Gwendoline Corthier-Hardoin, responsable de exposiciones. La exposición se ha organizado con motivo del 80 aniversario de la deportación y muerte del artista en el campo de concentración de Drancy, abarcando especialmente sus colaboraciones con los más grandes pintores, poetas, intelectuales y músicos de su época.
“El cubismo en pintura es el arte de trabajar el cuadro por sí mismo más allá de lo que representa (…) no proceder sólo por alusión a la vida real. El cubismo literario hace lo mismo en la literatura, sólo utiliza la realidad como un medio y no como un fin«, escribió Max Jacob en 1917, quien supo trasladar el cubismo pictórico al mundo literario.
Gracias a muestras como esta, el Museo de Arte Moderno de Céret se ha convertido en uno de los grandes referentes culturales de Francia. Creado en 1950, renovado y ampliado en 1993, su colección contemporánea refleja la apertura del museo a la vanguardia. Su colección permanente narra el paso de los artistas más importantes del siglo XX que llegaron a Céret a través de las obras de Picasso, Matisse, Auguste Herbin, Chaïm Soutine, Pierre Brune, Masson, Manolo, Pinkus, Krémègne, Juan, Gris, Marc Chagall, Raoul Dufy, Edouard Pignon y Léopold Survage, entre otros muchos.
Max Jacob, el cubismo poético podrá disfrutarse desde el 29 de junio al 1 de diciembre de este mismo año. Está disponible de martes a domingo y su precio oscila entre los 6 y los 10 euros.